Escribo
desde la posición de privilegio que me proporciona la libre elección del lugar
donde duermo (porque pudiendo elegir entre derecha e izquierda, ventana o
puerta, mas las dos posiciones intermedias, es donde elijo dormir…)
Y este proceso de decisión, en principio
intrascendente, se convierte en especial por mi elección; porque de entre las
distintas posibilidades que existen, ésta es la que hago mía.
Así
como la elección de cama en una guardia
puede ser un hecho casual o un acto reflexivo
nuestra vida esta llena de pequeñas elecciones que determinan que seamos
protagonistas de nuestro día , actores secundarios o figurantes sin frase.
Nunca
encontramos tiempo para un paseo al sol, una carcajada sonora, un abrazo efusivo
o una conversación a media voz. Tenemos tanta prisa…que desperdiciamos la
serenidad de una puesta del sol ,el
tesoro de una sonrisa inesperada, la bronca de un amigo que nos quiere mejores,
el agradecimiento sincero de cualquier desconocido o la sorpresa de un beso inesperado.
ES tiempo de
confrontación y desmesura, de desasosiego
e incertidumbre, de zozobra
y dificultades….sin embargo en nuestras
manos tenemos el construir cada nuevo día
una realidad distinta, teñirla de
esperanza y calidez, de ánimos renovados en la contrariedad, y de cariño y consuelo en la desgracia.
Construir
una realidad mejor no es tarea de héroes: es la suma de pequeños actos de
voluntad, de pequeñas decisiones diarias en la dirección adecuada.
Las dificultades
no desaparecen por esto e incluso a veces, arrecian –como en estos días de
manifestaciones, banderas ondeantes, carreras, cargas policiales y protestas.
La esperanza y el buen humor vacunan
contra el desaliento.
No hace
falta esperar grandes acontecimientos
para que nuestra vida se convierta en excepcional; y a veces se nos olvida.
Ciframos nuestra felicidad en proyectos futuros ,en planes meditados y
controlados al milímetro,en deseos a
largo plazo y expectativas diferidas
Comparto con
vosotros las reflexiones que me hago mientras una manifestación me corta el
camino que me separa de la cama.
Ojalá seamos
capaces de trascender lo inmediato para alcanzar como meta un futuro mejor.