sábado, 9 de enero de 2016

Jugando a ser Dios

Charley, nació sin respirar; devolverla a la vida costó una hora. Cuando lo hizo su cerebro estaba dañado. Sus padres decidieron detener su crecimiento en un afán de hacerla mejorar...(aqui )
Cuando te dan la noticia...el mundo se desmorona; es así, por lo general. Ningún padre está preparado para la enfermedad de un hijo.Tampoco para una "circunstancia"que le acompañará a lo largo de su vida como algo más, definitorio de sí mismo. Ni mejor ni peor: distinto.Y esta es la historia, al fin, de cada ser humano: cómo vive su vida, día a día desde su circunstancia concreta."Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo» (Ortega y Gasset,Meditaciones del Quijote, 1914).
La discapacidad es una "circunstancia" que orienta la vida de un ser humano concreto; de él, de su familia y de todo su entorno. Así  me gusta verlo: todos iguales en humanidad y diferentes en la expresión de ésta. La felicidad, la propia y la de su familia, no pasa por cambiar el devenir de la historia sino en acompañarle en ella facilitándole al máximo el desarrollo en igualdad. En igualdad de derechos , igualdad de oportunidades, igualdad al fin.Y esto lo resume todo.
Saber vivir con las cartas que la mano de la vida te reparte es apuntar a la felicidad. No valen descartes, ni cambiar de juego; no vale un cambio de reglas y mucho menos,adaptar ese cambio a nuestro antojo. Sólo queda jugar la partida con las cartas que tienes o levantarte de la mesa.
Cambiar las cartas, es a mi juicio, lo que hacen los padres de esta niña. Cambian su desarrollo y su vida, presumiendo que eso será mejor para ella sin apostar por ella misma: con lo bueno y lo difícil, lo duro y lo sorprendente, la capacidad de crecimiento y mejora que tiene todo ser humano. Nuestros hijos no son” bonsais”a los que ir cortando ramas y modelando a nuestro antojo. Son personas, con su dignidad intacta que debemos defender: defender y pelear porque se respete, se les ayude a crecer y evolucionar en las mejores condiciones, con los mejores cuidados, el mayor de los amores..Día a día, de sol a sol, sin vacaciones. Nunca entendí que "el amor no se va de vacaciones" hasta que Javier llegó a nuestras vidas. A pesar del cansancio y de que las dificultades crecen con él.
Nunca diré que ha sido fácil; tampoco que lo será en un futuro más o menos cercano. Mas allá no llega mi vista: ni para él, ni para mis otros hijos, ni para mí misma. Nadie sabe lo que la vida nos depara. Solo puedo deciros que la circunstancia que cambió nuestra vida: la suya , la mía y la de sus hermanos -hace ya 22 años- merece minuto a minuto la pena. Sin cambios: tal y como es en lo bueno y en la dificultad. Difícil y apasionante.
Por mucho que lo intento no acabo de ver cuál es la mejoría que se obtiene por detenerle el crecimiento a Charley. Quizá sea más cómodo pero no sé si resuelve algo.¿Mantiene intactos sus derechos o se merman éstos al igual que sus kilos?, ¿no se le priva del derecho de crecer y desarrollarse como ser humano con sus limitaciones?,¿depende la dignidad personal de los kilos que se pese?...Estas y otras cuestiones rondan por mi cabeza mientras me reafirmo en que cambiar el curso de una vida, a nuestro antojo, puede facilitarnos  las cosas pero no es la solución.
No juguemos a ser Dios: disfrutemos de los regalos inesperados que nos hacen descubrir en la dificultad de lo distinto, la felicidad de una vida plena. La suya y la nuestra.
                
     Imagen perteneciente a http://bruixot-bonsai.blogspot.com.es/




martes, 5 de enero de 2016

La confusión viaja en carroza




La tradición de los Reyes Magos podría explicar una etapa del desarrollo del pensamiento - pensamiento mágico-en la evolución de un niño donde predomina lo concreto sobre lo abstracto y en el camino de uno a otro, se produce un paso más en su maduración. Esperanza, ilusión, inocencia y creencia en que la bondad del hombre predomine sobre el mal y tenga recompensa...;todo ello se entremezcla y se desarrolla al final, sencillamente, para ayudarnos a crecer.

Cómo se instala en un niño el pensamiento mágico, en su proceso madurativo y en su evolución, lo explica de modo inmejorable la Dra Más en su blog(aquí).
Y estas pequeñas pero enormes cuestiones son las que al final mueven el mundo: esperanza en que el hombre será capaz de desarrollar un mundo más justo y habitable, ilusión para desarrollar nuevos proyectos y no desfallecer ante las dificultades, creer en la capacidad del hombre para hacer el bien y en la inocencia y bondad natural que aunque difícil de vivir, siempre tiene recompensa aunque solo sea en la tranquilidad de conciencia de hacer lo correcto.

Según la época, el país, las costumbres e incluso la religión, esta etapa se viste de distintas formas y distintos actores pero el resultado es el mismo: la magia de pasar del pensamiento concreto al abstracto y de ayudar en el camino de la madurez.

La tradición Cristiana explica el viaje de los Reyes Magos y la adoración al Niño Jesus también en este contexto, y engarzado como una perla, a otras perlas, en el collar de la religión. No pueden entenderse de modo aislado ni convertirlo en una fiesta consumista hacia dónde parece derivar.
 Ni -tampoco- en la exaltación de los valores de la revolución francesa( aqui )que los niños no entienden porque les falta el pensamiento abstracto para comprender que es la igualdad, la fraternidad y la libertad con la que quieren utilizarlos unos padres manipuladores para su propio interés.
La confusión no puede ser un objetivo educativo a conseguir.

Suspendan las cabalgatas, remitalas a las asociaciones de vecinos o aquellas asociaciones que las quieran organizar pero no utilicen la inocencia de los niños, no hagan del esperpento un modo de confundir.
Si no les gustan las cabalgatas tradicionales hagan otras otro día, con otra temática y no insulten a una religión concreta y a la inocencia de unos niños que no pueden entender lo inexplicable cuando esto es una insensatez.

Así, unos poderosos reyes de Oriente- que pueden representar al mundo opulento y ciego en el que vivimos- se desplazan para adorar y conocer al Niño - que nace pobre, sin medios, tras el portazo en las narices del mundo desarrollado- y le ofrecen parte de sus riquezas en un acto de generosidad- cómo podríamos hacer con los miles de refugiados que se agolpan despojados de todo en los campos donde carecer de todo es la regla vital-; los pastores se podrian entender cómo los voluntarios que ayudan desde la solidaridad y los animales - la mula ,el buey, las ovejas...-a los que hay que respetar y dar si sitio hasta el en portal de Belén.
Respecto al misterio ( María, el Niño y José) solo desde una visión religiosa se puede explicar y entender.

Si quieren no lleven a sus hijos a las cabalgatas si no profesan esta religión. Estoy de acuerdo en que no se organicen las cabalgatas desde los ayuntamientos (aunque tendríamos que hablar largo y tendido de cómo y en què se gasta el dinero público y el respeto a todas, y no solo a algunas, opiniones y creencias-) pero no a què se manipule a la infancia con argumentos que carecen de valor educativo, madurativo y pedagógico.

Asisto atónita a la "conjura de los necios" en un día como hoy.