domingo, 30 de agosto de 2015

¿Y si fueras tu?

El horror y la muerte se hacinan en camiones, lanchas, bajo alambres de espino o en largas e inhumanas marchas a pie. Nos acompañan diarimente estas imágenes  mientras tomamos café cómodamente instalados en nuestro sofá. A mi se me empieza a atragantar la comida...

Quizá hemos olvidado pronto lo que supuso la Europa en guerra; no han pasado tantos años como para que la memoria histórica se borre sumiendo a la Unión Europea en el más cruel de los olvidos: la indiferencia del corazón ante la desolación de un semejante. Largas colas de cuidadanos harapientos, enfermos o profundamente afectados por las pérdidas personales y las tragedias vividas que, en fila, se desplazaban buscando un futuro mejor. Tal vez, tan solo un futuro.

Siete décadas después estamos exactamente igual solo que ahora lo vemos en vivo y en directo,casi en tiempo real, sin que en nuestro interior se despierte el "yo" de la generosidad y conmiseración.
No se puede hacer demagogia: la acogida por unos pocos países de los refugiados sobrepasa el limite de la sensatez.No podemos pedir a pequeños países que asuman las largas colas de ojos tristes- como les bautizo @anadep en su último post- sin que esto nos salpique.
El futuro de Europa ,del desarrollo y de la vida como actualmente la conocemos y disfrutamos, pasa porque como unidad asumamos en conjunto de modo previsor, organizado y estructurado que debemos dar una respuesta y la debemos dar ya.


El estado islamico hace huir del horror, la miseria, la pobreza y las ruinas a miles de cuidadanos- seres humanos como tú y como yo- que nacieron en el lugar territorial equivocado. Debemos dar acogida y respuesta de forma conjunta, como "organización poderosa" a este problema migratorio que está poniendo a prueba la unidad de Europa .
No es tarea fácil ni sencilla; sin embargo el desarrollo, la potencia de las naciones, la solidaridad con el semejante- aun cuando sólo fuera para evitarnos mayores problemas sociales después en nuestro propio "lugar de residencia"- y el tan cacareado "espacio común sin fronteras" debería servir para que se abra camino de modo organizado, planificado y sensato a aquellos que huyen del horror.

Los suizos ya se están preparando (otra cosa es que estė de acuerdo en cómo lo hacen y en qué pongan el énfasis de su estrategia)...;el resto estamos a verlas venir.
Os invito a meditar tras leer el siguiente artículo que ha movido los cimientos de mi pequeña humanidad http://www.abc.es/internacional/20150829/abci-horror-como-advertencia-201508282225.html.

Pongámonos las gafas de un refugiado, viéndonos desde la nueva perspectiva del cristal de aumento, que permite ver la realidad de aquel que perdiéndolo todo no ha ganado más que el miedo de los que los vemos como una noticia más del telediario con tintes de desasosiego.

jueves, 27 de agosto de 2015

Cinco monos


Tras las vacaciones, ese paréntesis tan necesario que nos permite desconectar y borrar parcialmente el disco duro, nos incorporamos de nuevo a la realidad diaria. Quizá esta objetividad mínima que da el alejamiento temporal nos permita tener una visión más objetiva durante unos días.

Las" vueltas "están plagadas de sorpresas pues descubrimos acciones u omisiones - que diariamente no vemos- y que pueden ser una buena oportunidad de mejora y cambio. La rutina y las prisas hacen que en nuestro quehacer diario se instale la inercia y no tengamos el tiempo, las ganas, el interés -o todos ellos juntos- para replantearnos actos clínicos repetitivos en el tiempo que, aún desconociendo cual fué su origen , seguimos repitiendo de modo mecánico.

No sólo es un problema de los residentes a los que quizá como adjunto les sugerí equivocadamente...; en todos nosotros, sea cual sea el servicio, se sigue oyendo como dogma de fe " aquí siempre se ha hecho así" aún cuando desconozcamos en que momento se instaló en nuestra memoria y se grabó a fuego un tratamiento o un proceder clínico que no nos hemos cuestionado nunca más.
Con esto no quiero decir que los médicos españoles seamos unos insensatos sino que la revisión periódica de nuestro quehacer clínico es profundamente necesaria - al menos es una reflexión que yo misma me hago en alto y en primera persona-.

¿Cuantas veces ...

- hemos pautado un tratamiento cuya indicación, en ese caso, no esta en ficha técnica ?
- hemos pautado un tratamiento que se especifica que no es una indicación?
- hemos utilizado de modo conjunto fármacos que no deben ser mezclados?
- usamos un procedimiento que alguna vez alguien nos sugirió sin haber estudiado posteriormente por qué, cual es su mecanismo de acción, sus indicaciones y contraindicaciones?
-incluso, usamos algún fármaco expresamente mencionado en ficha técnica como contraindicado , sólo porque se lo usa el especialista de referencia?

Para cada una de las situaciones expuestas tengo un ejemplo real y reciente; no es invención y por ello me preocupa. Me preocupa que el tiempo del que disponemos por paciente sea tal que haga que la rutina mecánica se instale en nuestra asistencia: no por dejadez sino por supervivencia.

Probablemente sea un problema sólo mío - ojalá - pero tengo la sensación de que los errores los transmitimos en cascada como efecto "bola de nieve"; quizá en su día alguien nos aconsejó algún fármaco concreto o alguna indicación clínica que hemos transmitido a generaciones posteriores de modo que el error se va agrandando...

Cuando medito sobre este tema no puedo evitar acordarme del siguiente video.



  

Yo saco mis conclusiones; ¿tú cual sacas?.

martes, 25 de agosto de 2015

Obsesión vs formación

Los médicos entendemos de Medicina, asi con mayúsculas. Nada más (y nada menos). Realmente es de eso de lo que debemos tener un conocimiento preciso para poder ejercer nuestra profesión de modo responsable y eficiente.

Cuando los médicos hablamos de medicina nuestra opinión puede considerarse un referente en temas médicos por el público en general; porque tenemos la formación necesaria para hablar de ello, de esa formación y de las opiniones vertidas en nuestro campo deriva una responsabilidad que será mayor en la medida en que lo sea nuestro conocimiento.
De ahí la importancia de las opiniones médicas vertidas en las redes sociales por médicos que se presentan como tales: su opinión puede constituirse en referente.

Cuando alguien "no-médico" habla de temas médicos "a bombo y platillo" o se está  muy seguro de lo que dice o lo más que puede hacer es confundir. Esto ha pasado en la presentación de la "hoja de ruta" del nuevo periódico lanzado por Pedro J.Ramirez - el Español- donde, al menos en su obsesión numero 15, realiza un ejercicio de mezcla de conceptos similar a una ensaladilla rusa donde hay multitud de verduras juntas y revueltas envueltas en la mahonesa de la modernidad y la novedad.
Esto está bien en la cocina pero no en un medio de información que se supone serio.
No se puede hacer demagogia con la ignorancia ya que el resultado supone una tremenda confusión para el lector.Y ante eso, aquellos que somos capaces - por la formación recibida, no por ósmosis ni por iluminación del Espíritu Santo -debemos levantar la voz.

Informar no es confundir, Sr.Pedro J. Por ello, es importante aclarar que:
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           1- En el título empezamos mezclando "churras con merinas"( Igualdad sanitaria con muerte digna): no tiene nada que ver la igualdad en la prestación de la atención sanitaria con la proclamación de una muerte digna.

2-"Todos los ciudadanos españoles deben tener derecho a las mismas prestaciones,..." en este párrafo o bien se elimina el término españoles o añade "y no españoles". La nacionalidad del paciente no debe condicionarnos para su atención: yo visito personas enfermas y trato de resolver en lo posible su problema de salud. La enfermedad de un semejante está por encima de una cuestión de frontera territorial.
3-Con lo de la tarjeta sanitaria única estoy de acuerdo y eso resolvería el problema de sentirse intruso en su tierra sanitariamente" hablando y favorecería la igualdad en la prestación sanitaria en cualquier territorio nacional.
4-Y aquí llega" la madre de todos los errores": los avances médicos permiten hoy mantener con vida a enfermos terminales que se hallan en una situación irreversiblePor encima del deber medico de luchar por la vida creemos que está el derecho del paciente a morir dignamente sin que se empleen  medios desproporcionado que alarguen su agonía .En España debe abrirse ,como ocurre ya en otros paises, el debate de la despenalización del suicidio asistido en determinados supuestos". 
 El desconocimiento del tema lleva a mezclar la limitación del esfuerzo terapéutico con la sedación paliativa, el derecho de todo individuo a los cuidados paliativos y la eutanasia -que si bien la plantean como solución a estos problemas debería plantearse como un fracaso de los anteriores-.

Merece la pena recordar algunas de las recomendaciones de la OMC incluidas en la" Declaración de Pamplona", recogida en el documento (1):

      a)  Todo enfermo desahuciado tiene derecho a un exquisito cuidado de su calidad de muerte. El médico, con ciencia, experiencia y conciencia debe sentir el deber y poner los medios para procurar a cada moribundo su mejor muerte. 
     b)  Todo enfermo desahuciado debe recibir los cuidados paliativos adecuados para obtener la mejor calidad posible de cuidados terminales. 
       c)  La asistencia del enfermo desahuciado, la agonía y el trance de morir deben ser afrontados por el médico con la misma profesionalidad, deontología y compromiso personal que emplea en la preservación o recuperación de la salud del resto de los pacientes. 
    d) La asistencia de la muerte debe ser un acto médico tan cuidado ética, deontológica y científicamente como la preservación de la salud y de la vida. 

 Para explicar lo anterior la Dra. Ana de Pablo, de forma inmejorable, escribió un post  ayer mismo en su blog que no tiene desperdicio
(https://curaraveces.wordpress.com/2015/08/24/las-obsesiones-sanitarias-de-el-espanol-elespanolcom/). Así que me sumo punto por punto a su postura y fundamentación.

Deberíamos todos - incluido el Sr.Pedro.J - leer lo siguiente despacio: el Código Deontológico y la Ëtica en cuidados paliativos (doc. 1), incluidos los casos clínicos, que dan la importancia y el enfoque con el que la OMC y los médicos españoles, trabajamos. Y si no lo hacemos, deberíamos hacerlo.
Nada más y nada menos; el punto 15  de la "lista de las intenciones" del Español debería, tras una lectura atenta del documento, dejar de ser una obsesión para pasar a ser formación.
En España nos sobran obsesiones y nos falta formación.
                         

                             
                         
                             ( imagen de www. artgeist.es)



sábado, 15 de agosto de 2015

¿Tenderos sanitarios o despachadores de salud ?

Hace ya unos años los españoles veíamos con sorpresa la repentina aparición de pequeñas tiendas cuyas características y horario de apertura era novedosa. Lo que era conocido como drugstore - de modo genérico en gran parte de Europa en los años 80-90-aqui podemos traducirlo como "tiendas de conveniencia: establecimientos con menos de 500 m², con un horario comercial superior a las 18 horas, un periodo de apertura de 365 días del año. De ahí el nombre popular de 24 horas.(wikipedia, dixit)

¿Llegaremos a una asistencia "sanitaria de conveniencia" según la definición anterior?
Como siempre @manyez da en el clavo. Se plantea, y nos plantea, la nueva estrategia del NHS sobre la atención a pacientes 24h al día, 7 días a la semana. Aqui podéis leerlo despacio

Quizá no haya que ir a Inglaterra ni a un hospital de primer nivel para darse cuenta de que aquí -en la piel de toro- lo hacemos, al menos, en Atención Primaria desde hace tiempo. En mi ciudad y en muchas otras, en los últimos 10 años, además de la apertura de los Centros de Salud - de 8:00h a 21:00 h-, más de doce horas al día, tenemos los Centros de Atención Continuada de Atención Primaria de variopintos nombres según la autonomía ( PACs, SUAPs, etc...) e igual destino: es decir trabajo a destajo hasta aburrir...

Así que no podemos decir que la asistencia pueda aumentarse en número de horas  salvo que cambiemos el giro de la tierra y hagamos días de más de 24h. Ni tampoco en calidad  ya que los que allí trabajan, todos especialistas en Medicina Familiar, atienden la asistencia continuada de la atención primaria en esa franja horaria, los domicilios generados desde cualquier centro de salud en su horario de apertura, los domicilios de la unidad de hospitalización a domicilio a partir de las 22, avisos de 112...más alguna otra consulta de" ya que pasaba por aquí he decidido entrar".

Al hilo de lo comentado por Mañez, me pregunto:

-¿se mejora la asistencia a los pacientes con esta "sobreexposición temporal "?
-¿cómo repercute en los facultativos estos "drugstores sanitarios", dónde cada paciente decide cuándo va, por qué, define el concepto de urgencia y hace valer su concepto de "derecho a la salud"?.
- ¿es rentable - con un concepto puramente economicista- duplicar la asistencia sanitaria en la ciudad entre las 17:00 y las 21:00, en invierno?. Por otro lado...¿aumenta la capacidad diagnóstica y de tratamiento del mismo equipo, en verano, cuando se ocupa de todos los pacientes de la ciudad desde las 15:00h?. No se cumple la máxima de que "el calor no me deja pensar" sino parece que más bien lo contrario: a mayor calor mayor capacidad personal.
- ¿repercute esta asistencia horaria- a todas luces excesiva- en la reducción de "listas de espera "en los centros de salud?. Esta es una cuestión para otro día: que las listas de espera no solo existan sino que se permitan, en algunos casos, de modo habitual.
-¿debemos asustarnos por algo que ya hacemos y conocemos bien?.

Si con algo tan sencillo como un horario ininterrumpido 24h al día, 30 días de media al mes, 365 días al año -descontando uno cada cuatro años por bisiesto- no hemos  conseguido que la asistencia a las consultas de A.Primaria:
1) no tenga lista de espera
2) los domicilios sean realmente urgentes y razonables,
3) los pacientes acudan cuando deban a sus centros y no por cualquier banalidad...
antes de dar lecciones de nada debemos meditar.

Mientras seguiremos siendo meros despachadores de salud, a conveniencia del paciente, en menos de 500m, con horario de apertura de 18h o más, en las que "los usuarios"-con razón o sin ella- sólo tienen derechos sin ninguna obligación detrás.




                     



imagen tomada de  www.clubdarwin.net
idea tomada de Miguel Angel Mañez (en su blog saludconcosas.blogspot.com/)



















sábado, 1 de agosto de 2015

¿Somos solo gestores de salud ?

Si hubiéramos querido dedicarnos al mundo de la gestión sanitaria, tan necesaria cuando aquellos a quien nos debemos esperan de nosotros gestionar con equidad y justicia distributiva, probablemente no hubiéramos elegido hacer la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria...; o si, si nos hubieran enseñado que somos microgestores en nuestro "micro-mundo-sanitario", tan denostado pero tan importante. 
En esta microgestión debemos dosificar amabilidad y pruebas, explicar datos concretos y pronósticos futuros, acciones y reacciones, lo encontrado y su tratamiento. También debemos saber decir que no cuando  sea necesario, no esté indicado o no tenga ninguna utilidad.

En este mundo elegido hay personas que esperan nuestra atención: pacientes, los llamamos.Quizá más por la paciencia que tienen ante nuestras carencias que por otra acepción.
¿Cuál es nuestro reto en la comunicación?. Ser claro, sencillo, entendible, explicar mirando a los ojos y asegurándonos de que el paciente y sus acompañantes nos entienden; que saben el alcance de la lesión (o cuando ésta no es tal), del tratamiento que pautamos (sea correcto o no, sin hacer ninguna valoración) que se escribe a toda prisa y que se le tiende al paciente para que lo lea él mismo- se supone que ya en la calle-, sin nada que añadir. Sin más interacción que la mínima posible: petición de pruebas, valoración de las mismas y tratamiento tras más de una hora de espera sin ningún otro paciente que valorar. Ni una excusa para el retraso ni una sonrisa; escrupulosamente correcto pero carente de humanidad.

El informe está correctísimo aunque nadie lo explicó; no se dió la oportunidad a preguntar dudas, preocupaciones o por qué sales con un tratamiento de siete líneas si todo esta bien y no tienes nada de importancia.
Eché de menos alguien que enseñe...; que ayude a decidir el camino a seguir o como reconducirlo cuando en un cruce de caminos tomamos el erróneo. A alguien que enseñe a presentarse, a sonreír, a interesarse con alguna calidez sobre cómo se hizo aquello, a facilitar la medicación y a explicar sus pautas o la información que contiene una receta que el paciente nunca vió y no sabe usar.

Desmedicalizar, deprescribir, no transformar lo cotidiano en una enfermedad. No seguir pautas establecidas de "corta y pega" que en ocasiones quedan cortas, en otras excesivas y que siempre se deberían revisar. La medicina defensiva no puede ser nunca una forma de tratar.

Si no estás de acuerdo con lo anterior puedo entenderlo pues es sólo mi opinión. Pero a la vez entiendo que te has podido equivocar de especialidad o los tutores de estrategia.
No hay que echarle la culpa a nadie sino repartirla a partes iguales entre los que tienen el derecho de aprender(siendo bien enseñados y tutorizados) y los que tenemos la obligación de enseñar (y hacerlo de modo actualizado, humano, con responsabilidad y si es posible, con humor).

Esto -a mi modesto entender- no es medicina, no es forma de enseñar, no es hacer fructífera una residencia  en la que tanto se invierte por todos los ciudadanos y a la postre, también como agente doble( medico/paciente), no se debe tolerar.

Lo de la "confidencialidad cero" en un comentario de pasillo, ante los padres, el paciente, una enfermera y alguien más, sin comentario; lo del teléfono movil  en permanente función que te hacer salir varias veces de la consulta e incluso del hospital...mejor no hablar.


Hay mucho que aprender y mucho que enseñar si queremos una medicina con calma y con alma, con ciencia y con conciencia. ¿Te apuntas?

    
                                          

(Imagen de www.doctutor.es)