lunes, 27 de junio de 2016

Con R de respeto

Esta semana, de hogueras y vanidades, ha resultado ser devastadora para el respeto. Quizá hemos olvidado que esta cualidad del comportamiento es la que nos permite convivir, es decir, vivir con otros. Con otros que no piensan como nosotros - ni falta que hace-, que tienen unas metas y objetivos distintos, otra forma de encarar la vida y los problemas  pero que merecen  muestra consideración. Y la consideración no es más-ni menos- que tener en cuenta que existen otras formas de entender y resolver los problemas más allá de las nuestras propias.

Esto sirve tanto para el gerente que expedienta a una médico de su hospital  por decir la verdad - deontológicamente necesaria- sobre unas listas de espera como  para la consideración por un candidato que gana unas elecciones siendo esto último de nuestro agrado o no. Sin respeto no podemos convivir y sin convivencia no hay futuro. Éste necesita de todas las opciones y todas las ideas, igual de respetables e igual de necesarias, para avanzar.
Cada opinión mejora la visión de conjunto y aumenta las posibilidades de mejora y crecimiento lo mismo que a un diamante le da valor el tallado de sus caras; un diamante es una piedra y un brillante es el nombre que se le da a una talla. Un diamante de talla brillante es tallado en 57 facetas.
Sin embargo no es necesario “sacar el brillo a golpes” como en el caso de la  citada piedra preciosa. Nosotros no precisamos, creo, la fuerza bruta sino poner en marcha nuestra capacidad de razonar, pensar, meditar y considerar que el otro puede tener parte de razón.
Y aun no teniéndola, a nuestros ojos, su opinión merece ese respeto con mayúscula que exigimos para la nuestra.

El problema no reside tanto en expresar muestra opinión sino en que a algún sectario recalcitrante le incomode y nos insulte. Éste es el principal escollo y un ataque directo a todos nosotros como sociedad. Lo que deberíamos meditar es si esta actitud es falta de respeto o de interés por lo que no sea yo mismo y mi ombligo.

El egoísmo no es más que caminar mirándose a si mismo lo qué supone una cortedad  de miras y un riesgo: el peligro de leñazo contra una farola o dejarnos la pierna atrapada en una boca de riego...;mas allá del metro cuadrado de visión que tenemos al caminar mirándonos los pies la nada se extiende invadiéndolo todo.

Debemos meditar si queremos avanzar y crecer como sociedad o partirnos la crisma contra una farola.



                      


Nota: de las acepciones de respeto de DRAE me quedo con las segunda y la octava.

2. m. Miramiento ,consideracion ,deferencia
8.m.  Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía.

.
8

mmmmmiramiento.
8.