viernes, 18 de noviembre de 2016

La maestra engañada

En estos días habéis visto- seguro- el anuncio de Loterías. Me ha causado estupor no solo el anuncio en sí sino la supuesta respuesta del público: entregado y rendido a los pies de una mentira, un  despiste o la pérdida de memoria de una persona mayor.

Se  presenta a una anciana cariñosa y resuelta que sufre una equivocación (¿O será un primer síntoma de Alzheimer o de otra enfermedad que equivoca el juicio y  la razón del que la sufre?).No lo sabemos pero la mentira es igual de infame sea cual sea lo anterior.
Pensemos… ¿En qué se basa el anuncio? En seguirle el juego a una persona –que parece lúcida- embarcando a todo el pueblo en una mentira atroz. Ella se equivoca y todo el pueblo la engaña instigados por su familia.

¿De verdad es esto espíritu navideño? Nuestra entrañable Carmina puede estar perdiendo el juicio o simplemente  haberse equivocado de día pero su familia le hace un flaco favor siguiéndole el juego. ¿Creéis que no se enterará de la mentira? , ¿Qué pensará, entonces  de todo el que le rodea? Como poco, que no son gente de fiar pues no son capaces de decirle una verdad con cariño y decisión. Se ha equivocado, no pasa nada.
Sin embargo, prefieren mentir y hacer cada vez la bola mas grande 

Este anuncio me ha traído a la memoria algo que hacemos con nuestros mayores  de modo habitual. Y no sólo con ellos: también con aquellos  que tienen una capacidad intelectual distinta a la media y a los que tratamos a con el desprecio de esconderles la verdad.
Hemos “empoderado” a las personas mayores y a las personas de capacidad distinta  - en nuestro entorno, pacientes-; es decir, les hemos hecho participes y dueños de sus decisiones  pero seguimos con una visión paternalista de la vida y la enfermedad. Quizá sean los años o una situación accesoria para la esencia del hombre los que,  equivocadamente, nos dan derecho a esconderles la verdad. Sin embargo colaborar en la mentira, aunque por una buena causa no es digno de una sociedad transparente y madura.

Alguien sufre un error (o una alteración de la visión de la realidad )y en lugar de ayudarle a descubrirlo tramamos una mentira a su alrededor para protegerle. Pero, ¿protegerle de quién?.Quizá sea de todos nosotros, aquellos que le rodeamos como en el anuncio, y que preferimos mentir que pasar el mal rato que supone decir con paciencia, sin herir y con cariño, la verdad.

No se hacia qué sociedad vamos pero espero que la que me rodee a mi sepa decirme la verdad sin tapujos y me permita ser dueña de mis decisiones en lo pequeño y en lo grande; y que cuando no lo sea, me ayuden a poder tomar la decisión que mi capacidad me permita poniendo en el quehacer del otro un plus de humanidad.


Del anuncio solo se salvan los planos de Villaviciosa, y los magníficos paisajes de una Asturias verde con un Cantábrico en calma. Ya sabes: si mientes, Loterías.


(video editado por Chema Mateos)

domingo, 6 de noviembre de 2016

Héroes de color blanco


La cultura del esfuerzo no es solo -que también- el lema de un equipo de Basket. Es una declaración de principios ante una profesión. Me da igual que sea una vida deportiva que una vida laboral; todas ellas son, al final, un motor para tu vida.

Uno tiene que trabajar para vivir pudiendo hacerlo de distintos modos; sin embargo, no todos ellos son iguales. El esfuerzo, algo tan denostado hoy -no sólo por los jóvenes sino por todo aquel que tiene una plaza en propiedad o una mínima seguridad laboral y estabilidad no precaria- es sin embargo el único camino hacia el éxito personal que no deberíamos medir en parámetros económicos como suele ser lo habitual sino en cómo desarrollamos nuestra vocación.

Llegar a una meta es para valientes y esforzados. Permanecer en ella es de héroes. Antes, la heroicidad de la que hablo, era lo normal cuando hoy es lo accesorio. El héroe diario y esforzado ha desaparecido quedando solo en los cómics de Marvel.
La heroicidad tiene para mí más connotación de esfuerzo continuado que de resultado. No vamos a salvar el mundo de un zarpazo, pero sí podemos hacerlo en sus habitantes concretos que es, al final y a la postre, ni más ni menos que nuestro trabajo.


Quizá ni tú ni yo, salvemos vidas con la heroicidad de un superhéroe ni falta que hace. Los ciudadanos concretos de este universo real que nos rodea quieren que les “salven”, así en minúsculas y no por ello menos importante, en su vida diaria. Una fiebre, un dolor, un malestar continuado, una cefalea, un cólico...Son las pequeñas tragedias diarias que dificultan y condicionan la vida del hombre concreto. De ese paciente concreto que acude para ser atendido; curado, consolado, aliviado e informado son las distintas caras de una asistencia diaria de primer nivel en el que creo profundamente y en el que insto (haciéndolo en primer lugar conmigo misma) a trabajar bien.
Ser heroicos- en el sentido previo de mantenerse en la meta de una atención diaria de calidad dia a dia y de sol a sol- en una cuestión necesaria: procurar una buena calidad asistencial siendo conscientes diariamente de las dificultades y medios con los que contamos sorteando las primeras y aprovechando los segundos.


No se trata de esforzarse por un día sino de intentarlo cada jornada laboral larga, densa, con desafíos y dificultades sin dejar de reclamar aquello que es justo para poderlo llevar a cabo; no es llevar un traje de colores vistosos y que confiere poderes sino llevar la bata o el pijama con la responsabilidad que ello conlleva y que nadie nos obligó a elegir.
Tener una oposición aprobada, una plaza en propiedad o una plaza de residencia no es un lugar de llegada sino un punto de partida. Ahora que se acerca el final del año si conseguimos meditar en qué lugar está nuestro quehacer diario y como mejorarlo, si es que hace falta, seguro que descubrimos nuevas oportunidades y retos.


Que tras descubrirlos nos ilusionemos con ello es, para todos, mi mejor deseo.

                         
                                       Jardines de Piquío,( imagen de El tomavistas.)

Pd. Aprovecho para desearos feliz año. La última noche del año, de guardia, no tendré tiempo de hacerlo .¡Feliz 2017!

sábado, 17 de septiembre de 2016

El ultimo de la fila

En ocasiones, con periodicidad quincenal, dejo mi habitual dualidad  "madre- médico", que establece mi zona de confort , para pasar a ser simple y llanamente " el último de la fila". 
No es que me transforme en Manolo García o Quimi Portet que deleitaron los oídos de una generación con canciones singulares y ritmos originales: simplemente, soy paciente. Y esto me permite ver la otra cara de una luna sanitaria tan desconocida como educativa que sería imprescindible visitar. La posición de espera activa en una silla cualquiera no es un único acto de quitarse la bata sino descender a los infiernos del ser paciente, arrinconando tu poco o mucho saber en la difuminada realidad de un número en pantalla y ponerte en manos de otro ; eso sí, como paciente un poco más" emponderado" que la media.

Se lo aconsejaría a todo médico en ejercicio, da igual la especialidad, unos 10 minutos a la semana, como parte de una nueva competencia a adquirir: sentirse paciente, enfermo, con miedos y dolores ;con la perplejidad de asistir a la vorágine sanitaria de un pasillo de consultas, chascarrillos y puertas medio abiertas que  nos descubren la superficialidad de un mundo sanitario inmaduro.
Esperas, retrasos y citas paralelas que no siempre se entienden porque no siempre se explican.Sin consideración ni cuidado, salimos, entramos, subimos o bajamos sin tener en cuenta que el que te espera también tiene una vida con rigor horario. Nuestro tiempo  dentro de una bata discurre paralelo al tiempo de fuera de ella.

 Quizá sigamos pensando de modo inconsciente que la bata confiere un poder superior a la hora de administrar el tiempo  pero realmente es tan solo un "disfraz " que nos señala como parte de una profesión y nos convierte en referente. No en un referente social de poder y prestigio sino - y fundamentalmente- para el hombre o mujer que desde una silla, expectante y con la natural incertidumbre de sentir que su salud está puesta en juego, siente que su vida está en manos de otro. Este "otro" es un ser humano finito, limitado, con sus virtudes ,defectos y sólida formación científica que debe ser consciente de su papel y responsable en su actitud, comentarios, retrasos , interrupciones y gestión de agenda.

Hemos hecho al paciente parte activa del sistema sanitario pero le exigimos que no se queje, que no proteste y ,desde luego, que no nos pida explicaciones. El final del paternalismo sanitario es una pose irreal que muchos adoptamos por aprendizaje, ósmosis, transmisión y opción activa.
Sentémonos diez minutos a la semana, en cualquier pasillo, despojándonos de nuestra identidad para transformarnos en un número de una lista cualquiera, de una agenda aleatoria, para adquirir nuevas y necesarias competencias. Para mejorar la calidad de la atención  a nuestros pacientes nada mejor que sentirse, de vez en cuando, “ el último de la fila”.



                            







lunes, 12 de septiembre de 2016

Los 6000 y "pico" elegidos

"Los mismos hombres
las mismas guerras,
los mismos tiranos
las mismas cadenas 
los mismos esclavos
las mismas protestas"

León Felipe.

Este magnífico poema describe lo que vengo oyendo en mis 25 años de profesión. Siempre los "viejos" lo hacen mal -por sus carencias de formación- y los "nuevos" también porque su formación está mal orientada. Es decir, los médicos pre-MIR no tienen derecho, como el enemigo, ni a agua y los médicos con formación vía MIR -únicamente  por el mero hecho de serlo- deben estar imbuidos de una ciencia médica preclara pero "mal orientada" en cuanto a su fin, dicen.

Lo digo porque algún avezado podría deducir del último post de Sergio Minué que los médicos de más de 50 años- que alguno hay- que no accedieron a la formación vía MIR- porque no la necesitaban para ejercer, cuestion decisiva e  importante- son todos unos zopencos; que su lugar en la bolsa sólo lo da el tiempo transcurrido y que, en ese intermedio, han estado" tocado el arpa" en cuanto a formación médica continuada  se refiere.
Por otro lado, los residentes, los “6000 y pico” elegidos de cada año, sólo por haber superado un examen pueden mirar por encima del hombro a cualquier compañero con el que se crucen en su vida profesional y que no sea  su tutor, los amigos de éste o los profesionales del hospital con los que establecido "feeling" en los rotatorios, criterio que muchas más veces de las deseables determina el criterio con el que sesgan en su juicio  al resto de profesionales con los que conviven.



En España no se mide o se mide mal. Quizá, para ser exactos, se miden "items" muchas veces innecesarios, superfluos y perfectamente  prescindibles lo cual desvirtúa la medida. ¿De verdad alguien cree que todos los residentes tienen un magnifico aprovechamiento de sus rotatorios y de su residencia, así en general?, ¿Alguien se atreve a suspender un rotatorio?, ¿alguien se atreve a suspender alguna residencia? La respuesta es no -salvo honrosísimas excepciones- y sin embargo, hay casos en que debería hacerse y nadie le pone el cascabel al gato.
Sacar plaza para formarse en una “oposición” como el MIR no les convierte en sabios de golpe si no ponen ellos diariamente de su parte. Como tampoco tener un alto número en la bolsa de trabajo es algo de qué avergonzarse como norma, pues no siempre es  cuestión de enchufe ni sólo de tiempo pasado mirando al cielo,  contando nubes o no.

No todo es generalizable ni en un sentido ni en otro. Además de esto, se crea una desconfianza entre pares de difícil explicación y que repercute –aun no debiendo ser así- en el paciente.

Simplemente era una aclaración –necesaria- por si alguien pensó que la formación solo es excelsa si se hace por una vía; que la precariedad solo se ceba con los mejor formados y que es un problema solo de las nuevas generaciones. La solución está en nuestras manos pero en las de todos: en las de los que tienen plaza en propiedad y se han acomodado y los de los que n ola tienen y en su deseo de tenerla, pierden la objetividad y el juicio.
Los primeros deberían poder perder esa plaza si no demuestran una formación continuada de calidad y los segundos tener mayores facilidades para acceder a la tan deseada plaza.

La solución quizá esté en que estas plazas no sean vitalicias y que se deban mantener día a día siendo evaluados “todos sus ocupantes” con criterios de calidad, eficiencia, eficacia y excelencia médica justos y sensatos.


                                       Resultado de imagen de la justicia imagen


Y no vale pasarse de un bando a otro mediando solo la titularidad.
(quizá sea esto lo que la Justicia no quier ver por lo que venda sus ojos...)

domingo, 11 de septiembre de 2016

¿Cuantos justos necesita la Atención primaria ?

Tras leer el magnífico artículo  de @sminue en su Gerente de Mediado de hoy (http://gerentedemediado.blogspot.com.es/2016/09/no-hay-futuro.html#comment-form)
me ha venido a la cabeza, ignoro por qué camino neuronal insospechado , una cita del libro del Génesis (18:20-22) que siempre me da que pensar cuando la oigo pues parecería que mostrara la injusticia de un Dios al que proclaman clemente.

En este pasaje Abraham le pregunta a Jehová por el futuro de una ciudad, Sodoma- máxima expresión de inmoralidad, siempre en el contexto del génesis - y se interesa por cuántos justos son necesarios para que no deje caer la lluvia de fuego sobre la ciudad acabando con sus moradores. Primero son cincuenta y acaban siendo diez  el numero de personas justas que podrían salvar al resto; claramente no es número sino la calidad lo que determinará la acción de la salvación.

Haciendo un símil rápido y quizá simple me pregunto, ¿cuántos médicos de familia implicados, trabajadores, ejemplares, hacen falta para " salvar la atención primaria "?, ¿qué número determinaría la "masa crítica" de justos y honrados profesionales que impidan que la lluvia de fuego - mala gestión político-sanitaria- acabe con la atención diaria a millones de pacientes?

Su número sigue siendo un misterio pero para contarlos deberemos saber qué requisitos necesitamos. Los justos lo serán si:

- Diferencian en ellos la decepción del hartazgo: el primero se vive de modo activo y el segundo, no.
- Transitan por la profesión sin transmitir el desánimo como aliento.
- No trabajan en función de la remuneración recibida  o de la propiedad de la plaza. 
-Consideran al nuevo, "al sustituto", uno más con sus mismos derechos
- Desterraron de su vocabulario el "saca plaza y échate a dormir"
- Consideran el trabajo diario como una oportunidad de plantear mejoras y realizarlas (sin esperar noticias y aprobación de un "gerente sin corazón")
-Impregnan de ética cada pequeño detalle  asistencial. No hace falta verse inmerso en grandes dilemas sino saber posicionarse con valentía y decisión.
- Son capaces de cambiar de modo activo el " siempre se ha hecho asi" por un "analicemos los posibles cambios", sin despeinarse.
- Siguen estudiando y formándose porque consideran que les queda mucho que aprender.
-Plantean con fuerza, seriedad y sensatez a la Administración criterios de selección objetivos y transparentes (@sminue dixit) que conduzcan a la elección de los mejores.
-Que sean capaces de evitar la desidia, el cansancio, la rutina y el tedio...

Esta es la línea trazada en la arena que no debemos cruzar; lo dejaremos aquí o nos quedaremos sin "justos". Dicho de otro modo, muy gráfico por cierto, @fraveira hoy sentencia en TW: "Para un cantante de metal no hay nada peor que descubrir que los agudos de hace dos años, por dejadez e inactividad, son ahora imposibles”.

Conclusión: el número de "justos" nos lo dará el número de aquellos dispuestos a luchar en contra de dejadez y la inactividad, manteniendo la ilusión por la profesión y al paciente en el centro.Total...que no encuentro un número claro pero si las características que deben tener. 
Espero que encontremos un número suficiente como para que las gerencias decidan no intervenir.




Nota: De aquí viene la expresión "pagaran justos por pecadores " en una versión libre.

“¿Destruirás también al justo con el impío?” (v. 23). Abraham valientemente presenta un dilema ético. Raras veces existe un lugar tan completamente malo que no incluya ningún justo entre ellos. Si existen personas justas en Sodoma y Gomorra, ¿puede Dios justificar imponerles el mismo castigo a ellos que a los malos? En la guerra esto se llama “daño colateral” y la idea nos repugna. En la guerra, algún daño colateral puede ser inevitable – al fin y al cabo, guerras son peleadas por humanos imperfectos – pero Dios no es imperfecto y ha de llegar a un estándar más alto. Abraham, en su preocupación por Lot y su familia (y otros justos que pueden vivir en estas ciudades) presenta una cuestión ética. Quizá la posibilidad de hacer daño a los inocentes puede hacer que Dios cambie sus planes.... (http://www.lectionary.org/EXEG-Spanish/OT/01-Gen/Gen_18.20-32.htm)

“Quizá hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él?” (v. 24). Aquí, Abraham actúa como abogado defensor. Presenta el dilema ético y lo especifica. Escoge un número – en este caso cincuenta – y le pregunta a Dios si no perdonará las ciudades por el bien de cincuenta justos. Al sacar el tema de los cincuenta justos, dibuja una línea en la arena. ¿Cruzará Dios esa línea y llevará a cabo la injusticia de destruir los cincuenta justos? ¿No perdonará la ciudad por el bien de los cincuenta?

jueves, 14 de julio de 2016

Flores, mariposas y Atención Primaria

Esta es una semana extraña  como lo son todas las previas a unos días de vacaciones; la necesidad de descanso junto a una cuenta atrás inconsciente agudiza, en ocasiones, nuestro espíritu crítico acerca de nuestra profesión. El balance anual revolotea en nuestra cabeza y no sólo en el más estricto sentido personal. Laboralmente hacemos un ejercicio de análisis exprés digno de una reflexión más profunda.

Nos vamos de vacaciones pero... ¿quién se queda?
Nos sustituyen, cuando esto ocurre, dos tipos de profesionales sin solución de continuidad:

1- Médicos más jóvenes. Muchos de ellos ayer eran nuestros residentes y han escalado ya la pared vertical de enganche a la vida laboral. Hoy, y los días sucesivos, nos demostrarán qué hemos sido capaces de enseñarles y que les llegó de lo que intentamos transmitir. Es importante considerar que es, por tanto, una responsabilidad compartida.
Mejor formados técnicamente, imbuidos en la religión de las revistas de alto impacto, las publicaciones, los protocolos y guías. Expertos en redes sociales y con un manejo de las TIC's admirable; rápidos, precisos, concretos, resolutivos....pero muchas veces sin corazón. Sólo algunos acompañan a todo lo anterior, necesario y deseable, un atisbo de humanidad.
Suena duro pero así es: quejas continúas por las tonterías que acuden a consulta como si los hubiéramos formado, en exclusiva, para el ejercicio de la medicina en condiciones extremas de dificultad. Así una  fiebre es una sandez que no merecería ser atendida sin cobrar un plus por descender del Olimpo del conocimiento. Sin embargo, una fiebre puede esconder el inicio de un problema de salud más serio y, además, somos el único escalón funcionante para estas cosas en esta época estival.


2- Médicos de mayor edad y bregados en la pelea diaria que no pueden más  y que deben ver a su cupo más tres partes de el de sus compañeros. Agotados de un trabajo anual deben hacer un "más difícil todavía" para valorar pacientes -a cuatro el cuarto de hora -antes del merecido descanso de cualquier mortal. No es el momento más idóneo ni el más indicado para plantearse "la excelencia de la asistencia" pero si el más necesario.
No solo el paciente no tiene la culpa sino que el ejemplo que demos a nuestros recién incorporados compañeros marcará el cómo atendamos -nosotros y ellos-a los pacientes; el dónde y el cuándo viene dado por organigrama y el por qué es único en cada consulta.
Educar sanitariamente a la población implica haberlo hecho uno mismo previamente. Darle valor al trabajo diario de la atención primaria supone enseñar que el paciente es lo primero cuando este presenta su salud mermada. Otras cosas, tras valorarlas, merecen una buena explicación sin enfado o menosprecio. La información es un acto clínico recogido en el código deontológico y que debemos respetar y cumplir; nada que ver con una pérdida de tiempo.

Así las cosas, veamos un ejemplo aparecido hoy en lavozdegalicia.es:

"El calentamiento global está empeorando la sequía del Mediterráneo, lo que repercute en la interacción flor-mariposa. Un estudio ha encontrado ahora que las altas temperaturas y la baja pluviosidad provocan una descoordinación entre la época de floración y la época de vuelo de las mariposas. Los momentos de máxima floración y de abundancia de las mariposas se separan una media de 70 días y aumentan en los años de sequía pronunciada. Esta pérdida de sincronía afecta negativamente tanto a las mariposas, que tienen más dificultades para encontrar alimento, como a las plantas, que pierden polinizadores potenciales".

No sé si podríamos ser las flores o las mariposas del ejemplo. Lo que tengo claro es que la situación sanitaria en verano, al menos en el Mediterráneo, no es fruto del calentamiento global.


                  
                              Imagen gentileza de Elena Saiz (@ElenaSaiz63)

domingo, 3 de julio de 2016

Una enhorabuena doble




Celia  era una niña con mofletes que sonreía al mundo desde detrás de sus gafas. Cada cierto tiempo visitaba a su oculista. La niña iba creciendo y decidió que quería ser médico .Y seguía visitando a su oculista. Para ello se dedicó a estudiar, estudiar, estudiar y es nuestra "chica 10" de la selectividad española. Empezará su Grado en Medicina en la Universidad de Sevilla. Ahora ya busca piso para el inicio de curso.Y sigue visitando a su oculista.


Esta que podría ser una historia cualquiera no lo es por muchas razones; en su entrevista en Redaccion Medicaa(aquí), Celia Morales aclara el porqué: 

1-Siempre quiso ser médico (o medica, según prefiera el lector). Quien tiene un sueño debe perseguirlo: nadie dice que vaya a ser fácil pero ahí reside la grandeza de la elección personal y la perseverancia en ella.
2-Los sueños se desvanecen si no van acompañados de una actitud decidida hacia ellos.Resumiendo: hay que estudiar - mucho-para saltar esa "nota de corte" que supone un primer escollo en la vida profesional. Asi de paso, se pone " en valor" el esfuerzo. Reconoce que ha estudiado- mucho- y no lo esconde.
3- Las decisiones iniciales- querer estudiar medicina- deben mantenerse para llegar a la meta elegida. Nos habla de muchas horas de estudio, de haber aparcado durante un tiempo su " vida social" , y de que no ha encontrado preguntas difíciles en la selectividad. Este es un claro ejemplo de que salvar la dificultad es directamente proporcional a las horas de estudio invertidas. Tan fácil y sencillo.
4- No quiere cualquier especialidad: quiere ser oftalmólogo. Su historia personal le hace querer ayudar a niños con dificultades visuales pero, sobre todo, en la elección ha influido el ejemplo del suyo.


Y aquí este oftalmólogo desconocido- para nosotros - en las múltiples visitas de Celia a lo largo de los años, también se ha ganado un 10 en la selectividad de vida profesional. Ha conseguido - como ella misma nos cuenta - transmitir el amor a la profesión y el buen hacer técnico y humano que se han quedado grabados a fuego en la memoria de una niña "que quiere ser como él". El ejemplo dado proporciona grandes alegrías y conlleva mucha responsabilidad 
Este es el premio al que todos querríamos aspirar. El dado por una paciente a la que, entre otras cosas, nuestro ejemplo ha llevado a amar nuestra profesión.

Es  importante lo que hacemos y cómo lo hagamos.Y nuestra influencia es mayor de lo que cabría esperar. No se trata sólo de trabajar sino de hacerlo transmitiendo que nuestro trabajo nos gusta y nos satisface por encima de la parte oscura del mismo que todos , en mayor o menor medida,vivimos.
Ser capaz de ser un buen médico y un médico bueno es algo que no se debería disociar.

"Con la especialidad de Oftalmología en su particular ‘punto de mira’, la joven andaluza quiere “ayudar a los más pequeños que tienen algún tipo de dificultad visual para que puedan disfrutar de sus ojos”. Una meta que no solo responde a su propia experiencia personal, sino a la inspiración que ha encontrado en su oftalmólogo personal, “de quien he ido aprendiendo la pasión por esta área de la Medicina. Cuando sea una profesional no quiero ser como ningún médico de televisión o cine, sino llegar a ser como él”, sentencia.

Nada más que añadir.

        
                         Imagen de Celia Morales tomada del articulo de Redaccion Medica.

lunes, 27 de junio de 2016

Con R de respeto

Esta semana, de hogueras y vanidades, ha resultado ser devastadora para el respeto. Quizá hemos olvidado que esta cualidad del comportamiento es la que nos permite convivir, es decir, vivir con otros. Con otros que no piensan como nosotros - ni falta que hace-, que tienen unas metas y objetivos distintos, otra forma de encarar la vida y los problemas  pero que merecen  muestra consideración. Y la consideración no es más-ni menos- que tener en cuenta que existen otras formas de entender y resolver los problemas más allá de las nuestras propias.

Esto sirve tanto para el gerente que expedienta a una médico de su hospital  por decir la verdad - deontológicamente necesaria- sobre unas listas de espera como  para la consideración por un candidato que gana unas elecciones siendo esto último de nuestro agrado o no. Sin respeto no podemos convivir y sin convivencia no hay futuro. Éste necesita de todas las opciones y todas las ideas, igual de respetables e igual de necesarias, para avanzar.
Cada opinión mejora la visión de conjunto y aumenta las posibilidades de mejora y crecimiento lo mismo que a un diamante le da valor el tallado de sus caras; un diamante es una piedra y un brillante es el nombre que se le da a una talla. Un diamante de talla brillante es tallado en 57 facetas.
Sin embargo no es necesario “sacar el brillo a golpes” como en el caso de la  citada piedra preciosa. Nosotros no precisamos, creo, la fuerza bruta sino poner en marcha nuestra capacidad de razonar, pensar, meditar y considerar que el otro puede tener parte de razón.
Y aun no teniéndola, a nuestros ojos, su opinión merece ese respeto con mayúscula que exigimos para la nuestra.

El problema no reside tanto en expresar muestra opinión sino en que a algún sectario recalcitrante le incomode y nos insulte. Éste es el principal escollo y un ataque directo a todos nosotros como sociedad. Lo que deberíamos meditar es si esta actitud es falta de respeto o de interés por lo que no sea yo mismo y mi ombligo.

El egoísmo no es más que caminar mirándose a si mismo lo qué supone una cortedad  de miras y un riesgo: el peligro de leñazo contra una farola o dejarnos la pierna atrapada en una boca de riego...;mas allá del metro cuadrado de visión que tenemos al caminar mirándonos los pies la nada se extiende invadiéndolo todo.

Debemos meditar si queremos avanzar y crecer como sociedad o partirnos la crisma contra una farola.



                      


Nota: de las acepciones de respeto de DRAE me quedo con las segunda y la octava.

2. m. Miramiento ,consideracion ,deferencia
8.m.  Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía.

.
8

mmmmmiramiento.
8. 

viernes, 6 de mayo de 2016

EL CASO DE LA VIAJERA VALIENTE

Viajó a un pais endémico hace ya tiempo, A su vuelta, siguió los controles rutinarios de un embarazo que pronto se convirtio en un problema. De alli volvió ademas de con su hijo, con un par de infecciones, una de las cuales solo da sintomas en 1 de cada 4 infectados. El dengue y el virus del Zika volvieron con ella.
Desde estonces, desde que a las pocas semanas detectaron en el feto una microcefalia y otras malformaciones, la presión fue tremenda. Interrumpir el embarazo era la mejor opción. Ella, de momento, se niega y todos lo telediarios hacen hincapie en el " de momento " de la frase anterior...

Es una viajera valiente porque persistir en esa decision, es ser una valiente.
Todo son y serán malos augurios y malas noticias. Todos le hablaran de lo que cambiara tu vida -para mal- con los problemas que una microcefalia y otras malformaciones acarrean. La discapacidad, la dependencia, los problemas medicos añadidos, tener una vida complicada y dificil.
No le engañan ni un poco;la vida cambiará para ella y su familia con una dificultad creciente dia a dia, sin ayudas, con pocos apoyos y la incompresion de aquellos que no saben o no pueden valorar una decisión de este calibre.

Como madre de un chico con discapacidad le diria que no le han contado lo mejor. Es cierto que tendra dificultades, pocas ayudas y apoyo, incompresion y  desaliento. Pero no le han contado que  si es capaz de ver en esta situación en lugar de un problema una oportunidad, su vida sera apasionante. De un modo que quiza nunca sospechó, pero apasionante.

 Recorrer la vida de la mano de la discapacidad hace que saques lo mejor de ti, tu lado humano crece o aparece si no lo tenías. Descubres que  hay un montón de cosas y sirtuaciones verdaderamente importantes que pasaban por tu vida sin que las vieras.Valoras que muchas veces los pronosticos sombrios no lo son tanto y que cada minimo avance le da una alegria enorme a cada dia de tu vida.

Sera  distinto, diferente, dificil ...pero lo que nadie te contará es que podrás ser inmensamente feliz .
La felicidad no aparece porque tengas un hijo sano y perfecto, ni porque cumpla todas las aspiraciones puestas en él sino porque es tu hijo, te quiere y te enseña a vivir en una dimensión distnta: mas humana, solidaria, gratificante y asombrosa. Te da sin medida sin pedir nada a cambio.

Me gustaria parar el tiempo en este " de momento" y ser capaz de contarte todo aquello que te puedes perder. La decisión es y será tuya. Mi papel simplemente sera contarte aquello que quiza otros no te diran; no por mala voluntad  sino porque solo se difruta de las dificultatdes en primera persona.
Y esa  dificultad  podra convertirse en la luz que guie tu vida...



jueves, 5 de mayo de 2016

"Doce años de esclavitud"

Leo en Diario Medico un articulo del Doctor Altisent en el que invita a la reflexión ante un fenómeno –la maternidad subrogada-que va alcanzando una llamativa importancia por la progresión exponencial no solo en el  número de casos sino en los numerosos problemas éticos que suscita.(aqui)

La película” 12 años de esclavitud” (Steven McQueen ,213)- galardonada con varios Oscar, un Bafta y un Globo de oro, puso de manifiesto el horror del fenómeno de la esclavitud del hombre y el poder que se ejerce sobre el más débil cuando alguien se considera dueño del destino de un semejante. Podemos repasar su arguento y desarrollo .

Si algo queda claro tras la reflexión grafica, es que nadie es dueño de nadie. El guión escrito por John Ridley, es una  adaptacion de la autobiografia de Solomon Northup ,ciudadano afroamericano que nacido libre en su estado de origen -NuevaYork- fue secuestrado en el distrito de Columbia para ser vendido como esclavo.Tras 12 años de escavitud en las plantaciones de Lousiana consiguió su libertad.

Olvidamos que vivimos rodeados de esclavitudes quizá menos evidentes a un mirada supeficial. Ni la maternidad tiene precio ni la vida dueño. Sin embargo, permitimos la compraventa de personas sin darle la importancia debida. En eso consiste, en resumen, acceder a la maternidad-paternidad pagando por un hijo que se encarga.

-¿Permitimos el comercio de seres humanos?
-¿Qué hacemos cuando el hijo encargado no responde a los cánones de salud y normalidad establecidos por la sociedad?
-¿Y si el deseo de tener un hijo se esfuma en el tiempo que tarda un embarazo en llegar a término?
-¿Cómo se resuelve si alguna de las partes del contrato establecido se arrepiente?
-¿Qué ocurre cuando las leyes de los distintos países y la variable permisividad de éstas dejan al hijo en la indefensión jurídica?


Son muchas las razones –de fuerte calado ético- que quedan sin resolver ante una situación donde se pone precio y condiciones a la vida humana. Hay “cosas” de inmenso valor que no pueden tener precio. Rozamos la vuelta a la casilla de partida, al año 1841, donde la libertad del ser humano dependía de factores múltiples con un trasfondo económico en todos ellos. La historia del hombre y sus tragedias debería enseñarnos a no repetirlas.

martes, 3 de mayo de 2016

El arte de pedir lo que no se enseña

La carrera es larga y los obstáculos muchos. El cribado natural de la especie laboral tiene aquí su mejor ejemplo. Debes ser un magnífico saltador de vallas para llegar intacto a la meta con ilusión, ganas, corazón, compasión, generosidad  e integridad personal.
No me refiero a una maratón  física sino a una física, psíquica y emocional que es en lo que se ha convertido  llegar a ejercer la medicina en este país. Hay pequeños avituallamientos intermedios que te permiten recorrer los 12 años de media invertidos en la larga carrera hacia atender modo adecuado a otro ser humano vulnerable y enfermo y hacer de ello una profesión. Para esto último si que hay que entrenar.
Al fin y al cabo, trabajar en medicina no es más –ni menos-que conocimiento humano y técnico al servicio del otro, de su salud, de la recuperación de ésta y cuando ya no es posible, acompañamiento activo y compasivo en una recta final. Hacerlo no solo bien sino tendiendo a la excelencia, no es nada fácil.

Desde pequeños le pedimos, a aquellos que decidan estudiar Medicina, que deben ser los mejores. A cualquier precio. Se entra en una espiral de competición donde tus compañeros son tus rivales más directos y ya se sabe: "al enemigo, ni agua”. Da igual no tener amigos ni actividades de ocio; se te mide por la nota media del expediente académico que no valora más que conocimientos: ni habilidades ni actitudes.

El origen de este post es una conversación en Twitter donde dos excelentes personas y buenos estudiantes, plantean el problema que supone dejar apuntes a sus compañeros. Ambos se cuestionan la ventaja que sería para el resto tenerlos y el tiempo que ganan no yendo a clase y estudiando; podrían superarlos a ellos mismos en el examen  con sus propios apuntes y eso no puede ser...
Esto me lleva a iniciar una encuesta en el mismo medio donde se plantea si a esta altura del curso se dejarían los apuntes unos a otros -que es una forma  tomar el pulso en generosidad y desapego a la comunidad estudiantil de la ciencia de la incertidumbre-. Hay contestaciones para todos los gustos pero muy poco numero de ellas como para sacar alguna conclusión extrapolable.

Me quedo a cuadros. No por el hecho en sí sino por la actitud a la que en conjunto la universidad, el sistema educativo, la sanidad y nosotros, sus predecesores, les hemos abocado; a correr sin mirar atrás como si no hubiera mañana, sin mirar al que tropieza, al que se cae o al que abandona. No digamos ya tender una mano...
Nuestro trabajo no será quedar bien delante de nuestros iguales o hacer un diagnóstico diferencial apabullante, que también: lo importante será la calidad de la asistencia técnica y humana al paciente, centro de nuestra labor clínica diaria. Esto tan sencillo, parecemos olvidarlo y no transmitirlo en toda su importancia y  su valor.

La vida, amigos, es un juego en equipo en el que  necesitas del otro tanto como éste de ti; la cercanía, el compañerismo, la ayuda, la valoración de ideas del otro, el análisis de los procesos y su discusión en grupo son capacidades sin las que en un equipo no se puede trabajar.
Sin embargo les pedimos que crezcan en un individualismo atroz y que, desarrollen un trabajo en equipo ejemplar, de repente y sin entrenamiento previo, al llegar a la época de la residencia y la vida en un hospital. No se puede dar lo que no se tiene: ni ellos ni nosotros.

Me asaltan varias preguntas:

-¿uno estudia para sí mismo y para su crecimiento personal o para establecer marcas personales en un grupo?
-¿que nos interesa realmente: obtener conocimiento o sacar una determinada nota?
-¿sacar una determinada nota implica que sepamos más?
-¿no será que” damos lo que nos piden”-cuantificación numérica del saber sin valorar cómo y en qué medida se ha alcanzado éste?
-¿mide una nota de un examen la adquisición de habilidades en la asignatura cursada?
-¿sigue la universidad española “estudiando por apuntes” como en el siglo anterior?
-¿el asistir a clase no genera en el propio estudiante inquietudes de mejora?, ¿Para qué sirve entonces?
-¿seguimos con clases magistrales en las que no se aprende más que si leemos un texto escrito por otro?
-¿soy capaz de valorar que mi esfuerzo determinara una nota y que ésta no tiene porque compararse con la nota de los de alrededor? ¿mi crecimiento personal quizá mejore si adquiero capacidades como la generosidad y alguna otra que me será de gran valor en mi vida personal y profesional?

Somos personas que trabajaremos con personas; con sus dolores, sus miedos, sus preocupaciones y su debilidad. Necesitamos saber llegar hasta el fondo de corazón del hombre para interpretar, junto a un electrocardiograma, una analítica y un tac, qué siente y como enferma un semejante. Y esto no parece que lo estemos enseñando.
Les pedimos- a aquellos que están a punto de asomar por los hospitales españoles- que no estén cansados, que tengan avidez de conocimientos, no tengan nunca prisa por marcharse y que tengan actitud abierta y colaboradora… pero no les enseñamos. Resulta tan util como avanzar por la vida tapándote los ojos.




En esta  larga cadena hay eslabones que no cierran y sin embargo, seguimos pidiendo que sea resistente.
La situación merece una profunda reflexión.


domingo, 17 de abril de 2016

"Doblecara"

Un desfile de moda de Jacquemus -diseñador parisino ganador del premio LVMH, 2015- y su original puesta en escena,  me descubrió a Sebastian Bieniek (Polonia,1975); éste recreó sobre la cara de las modelos, una doble cara picassiana, dibujada una a una, que quedó de lo más original.Tanto que ,según mi opinión, le robó protagonismo a la ropa pero esto es sólo una impresión personal.

Meses después leo en una revista española de moda- de esas de las que las sesudas y modernas " chicas eficientes" negamos leer, una entrevista del artista.Y me llama la atención la idea que lanza de que "el éxito  de los rostros de Doublefaced- que es como se llama la colaboración de moda y pintura hecha colección de moda -se debe a que tiene mucho que ver con le espíritu de nuestro tiempo: con las redes sociales y nuestra nueva identidad en ellas. Justo esto es lo único que me preocupa de la entrevista, estupenda por cierto.

¿Doblecara es doble identidad?¿somos diferentes en la "vida callejera "que en la "vida en red"?¿es adecuado disfrazar nuestra esencia y personalidad con un personaje virtual distinto? Según Bieniek,si."...cuanto más caos en mi mente más sentimiento real de elección, por lo que también necesito caos entre las personas con las que quiero comunicarme; porque las normas son como las calles, están hechas para lo establecido.Asi, cuando te alejas de ello no puedes usarlas.Por lo tanto - como no me veo parte del sistema  establecido tengo que crear caos entre la gente- porque ésta tiene reglas en sus cabezas-para tener la oportunidad de usar esas calles para llegar a ellos..."


Quizá no hemos sabido explicarnos bien los que vamos por la vida dando la lata con el hecho de que el anonimato o el alias que nos esconde en redes, es una cobardía;que la comunicación requiere de un otro que nos entienda y establezca con nosotros un diálogo fructífero.
Tus ideas, tu forma de plantearlas y de expresarlas no sólo deben ir acompañadas de tu nombre sino que es éste el que les da entidad y valor. Así como en la comunicación diaria no "tiranos la piedra y escondemos la mano"- o no debería ser así -tampoco en este nuevo escenario virtual debemos hacerlo: la comunicación entonces se desvirtúa y pierde su razón de ser; emisor, receptor, mensaje, canal, etc..todos los elementos necesarios para que una comunicación funcione parecen saltar por los aires en aras de una mejor comunicación en el caos...


Las redes sociales son un nuevo escenario. Al escenario oral ,escrito y audiovisual, se añade el virtual. En ellas, en las redes, la comunicación adquiere características nuevas por las características del medio mismo - horizontalidad, inmediatez, acceso público,interactividad, limitación propia del medio,etc.-sin perder las reglas que rigen cualquier comunicación. Nuevo escenario, nuevas formas  de comunicacion sometidas a las mismas reglas.
Y esto no parece que se tenga claro viendo la idea similar que tienen un pintor, un diseñador de moda, algún que otro artista y muchos usuarios de la red.
Si queremos comunicarnos con otros, y que esa comunicación sea efectiva y fructífera no podemos cambiar a nuestro antojo las reglas de la misma salvo que queramos que nuestra intervención quede en el espacio perdida ,sin llegar a ningún "otro", secuestrada por el propio caos.

Puede ser una teoría de artista o una idea extendida...En cualquier caso deberemos meditar que si lo que queremos es que nuestras ideas lleguen a otros no podemos cambiar unilateralmente las reglas de la comunicación. O si: todo depende de si quieres establecer puentes con otras personas de cuya interacción salgamos un poco "más sabios y reflexivos " o solo pretendas pasear por el caos en una soleada mañana de domingo.
Al fin y al cabo, decides tú.


                       
                                      Revista Vogue, España (febrero 2016).
                                 Artículo " las mil caras de Bieniek" (autor V.R.)

viernes, 19 de febrero de 2016

Mitad yo mitad mi sombra


Todo profesional de la medicina tiene una identidad doble: es a la vez persona en su esencia y profesional sanitario en su expresión laboral.Todos somos, hemos sido o seremos pacientes sin lugar a duda. Esto nos hace compartir los dos lados de la mesa y los dos lados de la bata.
Me referiré al medico a partir de ahora porque es aquello que mejor conozco pero supongo que es extrapolable a otras profesiones sanitarias.
Cuando el profesional es paciente,  el universo sufre un giro inesperado en la mayoría de ocasiones parecido el que experimenta un miope  al ponerle la graduación adecuada ( pej: no se me ofendan los miopes.La historia del cine está llena de maravillosas y sensuales miradas de personas que ,en el fondo de su enigmática mirada, no veían nada...).
Los bordes se definen y los rostros cobran nitidez, los colores son más vivos y una aparece una claridad y precisión en la imagenes de tu vida hasta entonces desconocida.Todo adquiere una nueva dimensión que cambiará para siempre tu modo de ver el mundo.Éste no ha cambiado pero si lo ha hecho el modo en el que lo miras y ya no habrá vuelta atrás.

Cuando el paciente que llora y sufre, en nuestra consulta, es un profesional sanitario se duplica la intensidad del encuentro: miedo, incertidumbre, desnudez y humanidad cara a cara, en estado puro, se encuentran a ambos lados de la mesa. Quizá ninguno de los protagonistas sepa bien qué espera el otro, quién es quién como biografía personal deslindándolo de su profesión, hasta dónde llega el conocimiento del tema a tratar, cómo abordarlo, cuándo buscar un entorno más adecuado para esa salida del alma a borbotones;desde cualquier ángulo, nos encontramos ante un igual que creemos es capaz de entender más de lo que le dicen nuestras palabras, y nos hace sentir más mortales. 

Todas las consultas tienen algo de sagradas. Pero, ¿en qué se diferenciann aquellas en las que el paciente es un profesional sanitario?Somos médicos concretos, en situaciones concretas, con personas concretas y con unas relaciones concretas con respecto a ellas, por lo que el reino de la comunicación y de las emociones en la asistencia no queda fuera de nuestra aproximación.” (1)

El identificar al”otro" como a “uno mismo” en algún sentido, hace que las consultas tengan un matiz especial. Al compartir ámbito profesional,  y creer compartir miedos propios, el condicionamiento en esa consulta se hace mayor que en otra. Así nos podemos encontar con distintas situaciones de las que destacaría tres por frecuentes :
-Autoexigencia: “No se trata de él sino de mí; de cómo encaro esta visita donde me da más miedo que otras veces  equivocarme y esa sensación puede paralizarme;dónde la tentación del “qué pensara de mi” si le cojo la mano y le consuelo puede evitar que me comporte como de costumbre.” 
-Creencia de mayor dificultad clínica: cada síntoma debe tener una elaboración previa que exigimos sea mayor que en otro caso; la acogida que le damos y el tiempo que le brindamos, de entrada se mejora y alarga, pero el plan a seguir (que suponemos trae preconcebido) lejos de facilitar la comunicación, a veces, la complica.
-Creer dar por hecho que sabe qué respuestas le vamos a dar y ceñirnos exclusivamente al campo biomédico: aunque el paciente-profesional consulte por algo concreto, no podemos olvidar que las complicaciones de la ceguera no están en los ojos del propio paciente sino en todas partes. (2) 

No hay reglas, no hay normas, no se enseña en el pregonado ni en el postgrado cómo manejar los sentimientos; no existen protocolos ni guías donde aferrarse para manejar esta desconfianza que sigue escondiéndose en el aprendizaje de la profesión como un agujero negro al que nadie se asoma por miedo a ser absorbido.  
Los protocolos pueden tener su función en cuanto a guía de funcionamiento - estrategias- pero en ocasiones encorsetan el sentido común, globalizan la atención y deshumanizan al paciente y la medicina. En definitiva, nos quitamos el protagonismo a médicos y pacientes para otorgárselo a los signos y síntomas. A pesar del auge de las tecno-ciencias, las guías y las normativas, la Medicina siempre será "la ciencia de la probabilidad y el arte de la incertidumbre". 

Esta encuentro ,podría recogerse en las palabras de Albert Jovell:“Puedo aceptar que no me van a curar, pero me costaría aceptar que no me van a cuidar.” (3)

Hagámoslo sencillo. Es cuestión de reflexionar sobre nuestra actitud y nuestros límites.Para cumplir nuestro encargo de ser médico de médicos , no debemos hacer nada más - y nada menos- que lo que haríamos con cualquier paciente en una consulta 

-Dejar tiempo para que el paciente exprese sus inquietudes y poder descubrir el verdadero motivo de consulta.
-Acompañar. Dar respuesta a aquellos que se sientan necesitados, aunque creamos que ésta es insuficiente. 
-No dejar que los protocolos, guías y objetivos de gestión desvirtúen la finalidad de las consultas.
-Evitar que el ángulo de visión del problema sea sólo médico. En ocasiones las distintas perspectivas del paciente están ausentes, incluso sobre sí mismo porque tiende –incluso- a verse, también él, solo desde el mismo ángulo: como médico antes que como persona.
-Generar una buena relación, que pueda ser sanadora, abierta, cálida y mejorable.
-Parar el reloj. Saber que la especial situación de vulnerabilidad por la consulta en sí puede requerir más de 5 los minutos de atención/paciente recomendados, si son necesarios…
-Exigir formación. Desde las raíces. Formémonos en empatía y en humanidad. Cultivemos una vida que nos deje entender distintas realidades, nos haga salir de la consulta, adaptemos los conocimientos clínicos generales a personas concretas e intentemos manejar mejor la incertidumbre.(4) (5).

(Texto de la ponencia presentada en el seminario satélite del siapBilbao 2016)
Pd-Agradecimiento especial a Blanca Valls Pérez ( R3 MFYC ) que fue la encargada de su presentación y coautora de la misma.


Bibliografía

1- Tizón JL. El humor en la relación asistencial. Barcelona: Herder, 2005.p.21.
2- Starfield B. What Types of Physicians Should Provide Primary Care? En: Starfield B/Oxford University Press. Primary Care: concept, evaluation and policy. New York: Oxford University Press; 1992.p.135.
3- Jovell AJ et al. Nuevo rol del paciente en el sistema sanitario. Aten Primaria. 2006;38(4):234-237. 
4- Sibinga EMS, Wu AW. Clinician Mindfulness and Patient Safety. JAMA. 2010;304(22): 2532-2533. Disponible en: http://jhcchr.org/wp-content/uploads/2013/09/Clinician-mindfulness-and-patient-safety.pdf
5- Dow AW, Leong D, Anderson A, Wenzel RP. Using Theater to Teach Clinical Empathy: A Pilot Study. J Gen Intern Med. 2007 22(8):1114-1118. 
Otras lecturas recomendadas: 
Pekkanen, J. Médicos, la otra historia. Argentina: Atlántida, 1989. (Ver también: http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/los-medicos-tambien-lloran/11397-3)
Jovell AJ, Navarro MD. La profesión médica en la encrucijada: hacia un nuevo modelo de gobierno corporativo y de contrato social. Fundación Alternativas. 2006. Disponible en: http://calite-revista.umh.es/extras/informe_profesion_medica.pdf