Imaginamos guerras, bombas, escombros, disparos...
Y es eso, por supuesto, y mucho más.
Pero hay otra violencia que está mucho más cerca: una mala contestación, una mala cara y un desplante.Un comentario despectivo dicho en la espalda del otro, una insinuación maledicente o una mala intención.
Todos lo hacemos y todos somos violentos; una queja continua, una comparación odiosa y una mirada sin piedad.
Soy violenta cuando te juzgo con dureza y sin miramiento; cuando pienso en mi mismo y te abandono , cuando impongo a voces mis razones o cuando no te escucho con suficiente interés.
Todas estas son violencias diarias, pequeñas- pero violencia al fin -que llegan al corazón del que las recibe. Lo ensombrecen y pueden llegar a llenarlo de algo parecido al odio que sale de modo violento otra vez.
Cerramos el circulo y la posibilidad de sonreír.
Esta es un violencia mas sutil pero también dañina ya que aleja la alegría, la mirada limpia y el corazón sincero.
Contra todo esto también debemos luchar .
¿Te apuntas?
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