sábado, 25 de julio de 2015

El día del cambio

Ha llegado el momento del cambio: necesario, inmediato, sin vuelta atrás...
Las cosas han ido demasiado lejos. La vida parece que ha dejado de tener valor en un momento de máxima indefensión : bebés que no pueden hacer otra cosa que recibir aquello que se les da.
Y el horror aparece cuando aquello que se les procura es maltrato y trato de residuos al tirarlo a un contenedor. Pero, además, no ha sido la primera vez pues ambos tenían hermanos que les precedieron en la misma suerte.

Esta semana hemos ido, como sociedad, demasiado lejos; hemos asistido a dos casos casi seguidos y separados en espacio de la misma atrocidad. Vidas inocentes que han sido golpeadas o directamente tiradas a la basura de modo literal.¿Era necesario?,¿No había otra solución?,¿De verdad que solo se pretendía calmar la ira de un padre que no quería más hijos?
No es propio de una sociedad que se dice avanzada que sucedan estos actos sin que nos cuestionemos como colectivo si avanzamos o retrocedemos ; si la técnica que nos ha llevado tan lejos se ha llevado a la misma distancia la humanidad, si en algún resquicio del juicio colectivo común  que aun debería quedarnos, no se encogen nuestras entrañas ante  "homicidios en grado de tentativa" que salen a la luz a pares.

Quizá no hayamos sabido transmitir el inmenso valor de la vida humana, los distintos cauces que se pueden usar para no llegar a un homicidio del modo más cruel, o ser capaces de dar respuesta  efectiva a la desesperacion que se agazapa detrás de estas conductas.
Una sociedad madura da respaldo y apoyo a los más débiles y desvalidos; aquellos que no pueden valerse por sí mismos por edad ( niños y ancianos) o por capacidad( discapacitados y enfermos...).

A nosotros que si la tenemos- al menos se nos supone madurez y racionalidad- nos toca hacer que se cumplan las leyes, que la justicia social sea efectiva y no sólo un arma arrojadiza en campaña electoral ; que nadie golpee a un bebé con furia o que nadie lo lance a un contenedor sin que caiga sobre ellos el peso de la ley...

Pero  importante ,ademas, es analizar qué pudo llevar a unos padres a esas conductas para arbitrar medidas que impidan que hechos como estos vuelva a suceder. Que los hijos que se quedan sin padres - por acabar estos en prision- se salven de correr la misma suerte y que seamos capaces de procurarles una vida digna con un futuro esperanzador. Al final casi se reduce a incluir en el análisis de los hechos la visión desde un corazón compasivo.

Una humanidad sin compasión y sin medidas urgentes ante situaciones como éstas es una sociedad enferma. Quedan pocos meses para dar en las urnas un toque de atención.



Nota:Así se escribió la historia de dos casos con distinto final:

http://www.elmundo.es/madrid/2015/07/15/55a61065268e3e9e2a8b456f.html
http://politica.elpais.com/politica/2015/07/25/actualidad/1437814396_464086.html

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