martes, 9 de febrero de 2016

La historia de Juan y Sofía

La vida te depara sorpresas...y el MIR 2016, más.
Si a uno le interesa ver cómo se pregunta, acerca de qué, cómo se resuelve, y en qué se fundamenta, la sorpresa es mayúscula. Al menos lo ha sido la mía ya que en esta edición se ha dado visibilidad a un tema de máximo interés.
Una de las preguntas, la más comentada quizá por lo novedoso, ha sido la de Juan (R2) y Sofía.
Esta niña, de 15 años, que mientras es atendida en un servicio de urgencias, ya recuperada y a la espera de la llegada de sus padres, chateando, chateando, le acaba pidiendo a Juan "solicitud de amistad "en Facebook .En fin, mejor léanlo aquí (aqui)

Cuando uno"pincha" en la opción "respuesta acertada", observa con sorpresa que ésta se fundamenta en un texto elaborado por varios médicos españoles bajo el auspicio de la OMC.
Es decir, que la Organización Medica Colegial cuando encargó - hace ya más de dos años- a un grupo de médicos "tuiteros", expertos en el uso de las redes sociales, la elaboración y redacción del mismo bajo la coordinación de la Dra. Monica Lalanda, tuvo una gran visión de futuro.
También la ha tenido el Ministerio que, valorando que algo se está moviendo, que algo está cambiando en los temas de interés, lo refleja en una de sus preguntas.

Cada día de esta semana me sorprendo siendo interpelada en mi centro de trabajo habitual, en urgencias del hospital donde trabajo, por la famosa pregunta del MIR. Quizá si esta pregunta no hubiera salido, el interés por la ética en las redes sociales que algunos llevamos predicando en el desierto varios años, se hubiera quedado allí brillando -como un espejismo -en el horizonte de la inmensidad del saber en forma de montañas de arena...

Y esto me da pie a insistir, a explicar, a contestar, a rebatir la respuesta; a detectar que, por fin y aunque solo sea porque no entienden por qué  fallaron, algunos de los opositores descubran que la ética y la deontología cabe en todas partes, incluido en el examen MIR.

"Lo que no se pregunta, no existe" es una ley no escrita de cualquier opositor que aprovecha para eliminar temas ante el temible examen. Así ahora la Ética Médica - y específicamente ésta en redes sociales- empieza a cobrar importancia. En la misma medida lo hace también la OMC -a la que muchos descubren como organización medica por primera vez-, las publicaciones de ésta, el código deontologico (gran olvidado al que alude la respuesta ), y el texto que tras meses de trabajo y esfuerzo vio la luz gracias al trabajo silencioso y constante de un grupo de médicos españoles (en el que tengo la suerte de encontrarme).

El encargo fue un lujo. El desarrollo del mismo, otro; el proceso de escritura, maduración y corrección  una fantástica aventura que permitió a los autores conocerse, descubrirse, estudiar y crecer juntos mientras se elaboraba un documento pionero en las recomendaciones médicas -para médicos y estudiantes de medicina -en el uso de las redes sociales.

Esta edición del MIR 2016, de modo insospechado, me ha animado a seguir estudiando , escribiendo e investigando en este campo que está abocado a un crecimiento exponencial.
No estábamos locos ni perdíamos el tiempo; es más, nos "ayudaron" a ser visionarios, a investigar y trabajar por el desarrollo de la Ética Médica, también, en las redes sociales.


                          


Gracias a Monica Lalanda, Rosa Taberner, Beatriz Satué, Rafa Olalde, José Antonio Trujillo,Rafa Olalde y Rodrigo Gutiérrez por  ser compañeros y maestros en esta aventura del saber, sin la ayuda y apoyo de los cuales este texto no habría sido posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario