martes, 21 de octubre de 2014

La huella que no tiene cura

"Teresa Romero, curada de Ebola..." así reza el titular del país del 21/11/2014.

En el referido artículo se nos explica, más adelante, que "se cumplen los criterios de curación determinados por la Organización Mundial de la Salud”, ha asegurado José Ramón Arribas, jefe de Enfermedades Infecciosas del complejo hospitalario. Romero lleva cuatro análisis (PCR se llama el método) negativos seguidos, lo que quiere decir que ya no hay presencia del virus en su sangre".

Todos nos alegramos de esta magnífica noticia. La naturaleza vence a la enfermedad.
Es un momento de alegría, de esperanza y de gratitud hacia un equipo que, jugándose su vida, consiguió devolver la de Teresa.
Sin embargo la batalla más dura la tendrá la paciente al salir del aislamiento en el que hasta ahora se halla.
El país entero conoce su nombre, su domicilio y lo que ocurrió con su  perro.
También sabemos( o así nos lo hicieron saber ) que fué a la peluquería y también a un gabinete de estética; lo que opinan sus vecinos o a la hora en la que se desinfectó su portal.
También se nos dijo -hasta la saciedad -que se contagió por tocarse la cara y que no avisó de su enfermedad del modo debido.
Nunca sabremos de todo esto qué cosas son ciertas y cuales no pero la huella  que dejarán en la vida Teresa no la podremos borrar

Yo me planteo: ¿era esto necesario?, ¿eran datos relevantes en su proceso de curar?.
Qué opinará, al leerlo, sobre cómo se trató su caso y dónde olvidamos la confidencialidad debida.
Los periodistas ...y nosotros que seguimos dejando que ocurra con un compañero, con un paciente , con un semejante : llámenlo como quieran.

Quizá la carga viral desaparezca pero mucho más difícil es borrar la sombra de la duda;ésa que planeó sobre ella durante semanas y que nos ha hecho a todos especular sobre su capacidad.
Esta huella no se curará tan pronto y le hará sufrir de un modo innecesario.
A ella, al Dr.Parra - médico que le atendió en el primer momento-y a todos aquellos cuyos datos personales hemos conocido alegremente en un destape mediático sin precedentes ocurrido a cuenta de la llegada a España de esta enfermedad mortal.

Aunque, al fin y al cabo, ¿no es mortal- a la larga- cualquier enfermedad?
¿No debiéramos tener esto superado y entender que detrás de una enfermedad incurable hay una persona, que se debate entre la vida y la muerte, y cuyos datos y memoria debemos respetar?


Esto me lleva a meditar que si necesario es saber ponerse y quitarse un traje tanto o más es saber que la confidencialidad -a pesar de no tener cremallera -es casi tan difícil como ėste de manejar.
Y para eso no sólo no se dan cursos sino que nadie los pide.

1 comentario:

  1. Teresa Romero, me siento feliz porque has logrado salir de este camino tan negro...
    Todo lo que dijeron o lo que no dijeron, ya hizo suficiente daño y ahora deberás recuperar el tiempo perdido con tu esposo, en cuando sea también liberado de ese hospital, y dedicaros a recuperar la salud totalmente, y hasta los kilos perdidos! Y seguramente de esa recuperación dependerá que puedas tú devolver la mano y donar tu plasma para salvar a otros, que con ese gran corazón que tienes, sé que harás con gusto.

    Toda esa chapuza pasada...pues sólo avergüenza a quienes hablaron disparates, a quienes no supieron actuar seriamente, y a quienes nombraron a políticos para hacerse cargo de un problema médico, poniendo en riesgo a muchas personas.

    Yo estoy contenta por Teresa, y eso es lo que más me importa.

    Un beso.

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