domingo, 26 de abril de 2015

No es país para viejos(II)

El post  previo, de esta saga particular, acababa con la siguiente frase:

"Total que si eres mujer, mayor o menor de 40 años, médico y sin plaza en propiedad  no se me ocurre nada más que una maldición gitana haya caído sobre ti; no te la quitarás de encima, penando de por vida, condenada a trabajar sin ser vista, protestar sin ser oída y  llegar a la "senilidad de los 45" con el Síndrome del Interino a Punto de reventar (SIAPR)"

He de decir que la respuesta no se ha hecho esperar y me han llovido comentarios de todo tipo pero siempre en la misma línea: ¿cómo vencer a esta maldición?. Me he ido a google para ver como puede salirse de tan singular hechizo y he aquí el resultado:

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    "Pierde la fe en la capacidad de la maldición para causar daño. Las maldiciones trabajan en tu imaginación, ya que nadie tiene la capacidad real para efectuar una maldición. Las maldiciones sólo funcionan cuando crees en ellas". Es decir, que si no haces ni caso, asunto arreglado; aunque esto no quita para que medites por qué hemos llegado a esta situación.

  2. 2

    "Para vencer a la maldición debes averiguar cómo funciona y obtener sus poderes" lo que viene siendo,que te dediques a ver qué pasa, por qué pasa y llevarte el ascua a tu sardina ( que traducido será: piensa y medita cual puede ser la razón de que las mujeres nos dejemos frenar por ese techo de cristal invisible y no peguemos una sutil pero contundente patada al mismo y lo rompamos para siempre). ¿Cómo encaja esto en tu caso ?.Aporta soluciones que problemas ya tenemos muchos.

  3. 3

    "Localiza la  de la maldición. Busca el objeto que fue utilizado para colocar la maldición. Busca objetos desconocidos en tu  y destrúyelos. Los artículos comúnmente utilizados para realizar las maldiciones incluirán tu , pedazos de tus uñas o alguna prenda de ropa " o sea lo que te dejas en el trabajo después de cada guardia o cada jornada laboral, ni más ni menos: algún cabello en la almohada, algún trozo de ti - de tus sueños, esperanzas e ilusiones en la mejora de la profesión-y el pijama y la bata sucios.El trabajo bien hecho agota: no nos dejemos llevar por cantos de sirenas que dicen suavemente..."no trabajes tanto que nadie te lo agradecerá..."a parte de los pacientes, digo yo, que nunca dejaron de ser el motor primero y ultimo de nuestro trabajo diario.

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    "Compra una protección o interruptor para la maldición -aunque una guía clínica puede bastar-Los amuletos poderosos pueden ofrecer protección contra la maldición mientras los llevas puestos( una buena fuente de información científica basada en la evidencia puede servir).Las pociones y hierbas mágicas podrían acabar con la maldición cuando se usan correctamente( las pastillas, por si solas, no lo arreglan). Necesitarás una poderosa fuente de magia blanca para contrarrestar la magia negra de la maldición( creer en ti y tener claro dónde quieres llegar luchando limpiamente contra los obstáculos del camino).Ten cuidado con los estafadores que te cobran por acabar con la maldición( no esperes que nadie haga por ti lo que tu debes hacer por ti misma).

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    "Consulta con un brujo o con alguna otra persona que practique maldiciones sobre cómo colocar una maldición en contra. Cuéntale quién te maldijo, y esto anulará la maldición que te realizaron".Lo que aplicando el sentido común consiste en que te dejes asesorar por aquellas que fueron delante de ti y rompieron moldes sin romperse la cabeza y la vida en el intento,Siempre es posible , y más fácil, avanzar y mejorar si contamos con las experiencia de otras...


    Vamos, que tanta explicación para quedar resumido en una frase de Javier Padilla: "sin mujeres no existe legitimidad en la construcción del discurso médico”.

    Pues eso: somos necesarias y la construcción del futuro de la medicina pasa por que no disminuya nuestra proporción en los órganos de decision.Habria que preguntar de modo estructurado y serio a las médicos españolas - lo siento lo de médicas me horroriza- cual es su opinión personal, sus dificultades y las posibles soluciones que pueden aportar.

    Sólo si medimos y cuantificamos sabremos dónde estamos y por qué;  sólo desde aquí podremos dar el salto a un futuro próximo distinto,Tarea ardua y apasionante para un trabajo científico y serio, pendiente de desarrollo, a nivel nacional.

    ¿Alguien  se anima?



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