jueves, 27 de agosto de 2015

Cinco monos


Tras las vacaciones, ese paréntesis tan necesario que nos permite desconectar y borrar parcialmente el disco duro, nos incorporamos de nuevo a la realidad diaria. Quizá esta objetividad mínima que da el alejamiento temporal nos permita tener una visión más objetiva durante unos días.

Las" vueltas "están plagadas de sorpresas pues descubrimos acciones u omisiones - que diariamente no vemos- y que pueden ser una buena oportunidad de mejora y cambio. La rutina y las prisas hacen que en nuestro quehacer diario se instale la inercia y no tengamos el tiempo, las ganas, el interés -o todos ellos juntos- para replantearnos actos clínicos repetitivos en el tiempo que, aún desconociendo cual fué su origen , seguimos repitiendo de modo mecánico.

No sólo es un problema de los residentes a los que quizá como adjunto les sugerí equivocadamente...; en todos nosotros, sea cual sea el servicio, se sigue oyendo como dogma de fe " aquí siempre se ha hecho así" aún cuando desconozcamos en que momento se instaló en nuestra memoria y se grabó a fuego un tratamiento o un proceder clínico que no nos hemos cuestionado nunca más.
Con esto no quiero decir que los médicos españoles seamos unos insensatos sino que la revisión periódica de nuestro quehacer clínico es profundamente necesaria - al menos es una reflexión que yo misma me hago en alto y en primera persona-.

¿Cuantas veces ...

- hemos pautado un tratamiento cuya indicación, en ese caso, no esta en ficha técnica ?
- hemos pautado un tratamiento que se especifica que no es una indicación?
- hemos utilizado de modo conjunto fármacos que no deben ser mezclados?
- usamos un procedimiento que alguna vez alguien nos sugirió sin haber estudiado posteriormente por qué, cual es su mecanismo de acción, sus indicaciones y contraindicaciones?
-incluso, usamos algún fármaco expresamente mencionado en ficha técnica como contraindicado , sólo porque se lo usa el especialista de referencia?

Para cada una de las situaciones expuestas tengo un ejemplo real y reciente; no es invención y por ello me preocupa. Me preocupa que el tiempo del que disponemos por paciente sea tal que haga que la rutina mecánica se instale en nuestra asistencia: no por dejadez sino por supervivencia.

Probablemente sea un problema sólo mío - ojalá - pero tengo la sensación de que los errores los transmitimos en cascada como efecto "bola de nieve"; quizá en su día alguien nos aconsejó algún fármaco concreto o alguna indicación clínica que hemos transmitido a generaciones posteriores de modo que el error se va agrandando...

Cuando medito sobre este tema no puedo evitar acordarme del siguiente video.



  

Yo saco mis conclusiones; ¿tú cual sacas?.

1 comentario:

  1. Sí, somos monos de repetición.
    Desamprendre tendría que ser un acto social cotidiano, con ello tal vez ganaría mas el mundo.
    Me encanta que sigas siendo diferente, tú eres genial y especialmente humana, te admiro. Gracias por todos tus momentos.

    ResponderEliminar