domingo, 3 de marzo de 2013

LA MILICIA TEMPLARIA....

En la fiestas de la Magdalena ( Fiestas Fundacionales de la Ciudad de Castellón ) para los que somos de " fuera" hay cosas difíciles de entender....además de los petardos!!

Es mi segunda casa ,mi ciudad de adopción y 21 años más tarde tengo que decir que ahora lo comprendo todo o casi todo gracias a los hombres ( y alguna de sus mujeres ....)de la Milicia Templaría del Caballers de la Conquesta.

Este grupo de hombres buenos forma parte del séquito de Dña.Violante esposa de Jaime I que según cuenta la leyenda ,influyo en el traslado de la ciudad a la situación actual.Ellos con su cariño,paciencia,buen hacer y saber estar nos han hecho vivir la ilusión de pertenecer a un trozo de la historia,de enseñarla al mundo,de vivirla y de sonreír.

La ilusión de mi hijo pequeño( medio hombre - medio niño por azares de la biología para suerte de toda su familia) me ha enseñado a acercarme a la fiesta y observar.
Y he intentado hacerlo con ojos de niño , con el corazón abierto y libre de esos prejuicios que nos lastran a los adultos y no nos dejan a veces ni respirar.

Y mientras los veía desfilar por las calles de la ciudad se agolpaban en mi cabeza ,junto a la gratitud hacia un puñado de hombres buenos ,la pregunta de ..¿por qué no seremos capaces de ver el mundo y sus problemas con ojos de niño?

Tal vez sean los niños los que mejor entienden qué es lo que necesita el hombre para recomponerse. Los niños pequeños exploran mucho y juzgan poco; ríen porque sienten la alegría del vivir y necesitan pocas cosas para entretenerse porque su imaginación es su mejor entretenimiento.
Los niños a diferencia de nosotros los adultos, tienen una escucha interesada y no simplemente una escucha educada:son grandes maestros en lo que a inocencia se refiere. Es observándoles a ellos como descubriremos lo que hemos perdido en el camino y que ahora tanto echamos de menos. La edad no es lo mismo que la madurez.


Gracias de corazón a la Milicia Templaría que ha hecho participe a Javier de su visión de la historia de la Ciudad pero ,sobretodo ,por darle la oportunidad de participar en la fiesta como uno más,desfilando con su escudo y su sonrisa.

Quizá sólo necesitemos eso para ser un poco más felices y salir adelante: algunos hombres buenos,un escudo ante los golpes de la vida y la sonrisa franca de la inocencia.

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