Esta tarde me ha ocurrido algo gracioso ( bueno, a mi no gracias a Dios, que tengo claustrofobia entre otras muchas taras...); nuestro vecino de Barrio Twitter, @cgtorrijos, lanzaba una noticia a la red...
-"Me he quedado atrapado en el ascensor...".
-"¿ donde estas? Dime y aviso a alguien..." yo misma,@mjaldasoro,respondo.
- casi no tengo cobertura...
Según donde esté ,será el aviso :
a) hospital : mantenimiento
b) ayuntamiento u otro sitio público:112.
c) su casa: opciones varias...
Barajando estaba yo a quien llamaba cuando una amable vecina, de verdad, de las de antes -en carne y hueso -ha socorrido a mi amigo y tenemos hasta foto del rescate...
Así que :vecina amable en su papel de salvadora ,amigo protagonista en casa y servicio de ascensores avisado y reparando..
#Tiemporécord #Finalfeliz.
Esto me hace recapacitar, no en este caso- puesto que cuando podemos y coincidimos, hablamos de lo divino y lo humano...- cuanto más fácil es ayudar ,comprender y acompañar de modo virtual a tus " amigos" aunque a algunos no los tengas desvirtualizados(osea,los conozcas en persona) que a aquellos que caminan contigo diariamente.
Somos curiosos los humanos : establecemos vínculos sólidos -aún sin vernos -pero a los cercanos nos unen telas de araña que cualquier contratiempo deshace...
La cercanía supone conocer los defectos del otro y que conozcan los tuyos ; estar ahí a las duras y las maduras( cosa que la virtualidad te impide ), no poder "vender lo que no eres "porque el día a día lo
descubre...
En cualquier caso todo tipo de relación humana es fantástica y reconfortante( aún las difíciles porque siempre pueden reconvertirse y , si no es posible, aprender qué hemos hecho mal...).
En este tiempo de " corre-que-te-corre-que-no-llego " conservemos nuestros amigos de siempre, añadamos a otros, mantengamos ambos y demosles a todos lo mejor de nosotros mismos.
Al menos en Navidad..
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