lunes, 30 de marzo de 2015

Chismorreo irresponsable.

Mientras conducía de vuelta a casa oyendo  la radio (a las 10 :18h de la mañana) han consultado a su "experto de cabecera"  según ha dicho la locutora;éste-completamente desconocido para mi- ha hecho un batiburrillo de apreciaciones que no sé muy bien donde quería  llegar salvo a hacer un lío al oyente.

Como si de una receta de cocina se tratase, tenemos los siguientes ingredientes:

-Programa matinal de radio de máxima audiencia.
-Locutora que consulta al "experto de cabecera"
-Médico experto que responde
Pregunta: ¿cuando y por que puede el médico romper su secreto profesional?
Recuesta del experto : "el secreto profesional depende de las leyes del país..."y alguna que otra apreciación inexacta y confusa que creo que ha sembrado mas duda que claridad.
Quizá los expertos no lo sean tanto o deban preparar más las respuestas...

El secreto profesional médico no depende de la leyes de un país; mejor dicho, no solo.Hay una instancia superior que nos guía en el camino a seguir con una seria de normas recogidas en un código que es, además, de obligado cumplimiento para todos los colegiados del país.El código Deontologíco recoge unas normas impuestas por la propia profesión de modo que ésta se compromete ante la sociedad misma a autoregularse de modo serio.

Aun cuando no hubiera ley que lo determinara - que la hay, ley 41/2002 también llamada de modo abreviado ley de Autonomía del Paciente....-sigue existiendo una norma escrita que nos ayudan descubrir el "camino a seguir" en este mundo confuso y difícil del deber de protección a la intimidad del paciente, el derecho que éste tiene a proteger la misma, la seguridad del propio paciente, de terceros y a la postre, del resto de la sociedad.

La información médica que se difunde por un médico ya sea de modo oral, escrito o redes sociales, tiene una doble responsabilidad: la estrictamente personal y la profesional.Las opiniones son personales pero cuando uno en virtud de la formación recibida( licenciatura en medicina),habla en público de medicina, sus opiniones debido al grado de competencia que le da la formación misma, pueden y de hecho se convierten, en referente.Y no sirven referentes erróneos: no, señor!.

La información médica que se comunica al gran público debe hacerse de modo comprensible, veraz, ponderado y prudente.En aquellos aspectos que pueden inducir a error  al que lo oye debemos ser especialmente cautos. Si esto no se cumple más vale que no se haga.

Recomendaciones:
Sres. del público: no se crean todo lo que oyen de los expertos.
Expertos- medicos ( no pongo el nombre para no hacer más sangre....):conviértanse en tales antes de confundir al público; léanse,despacio, el capítulo quinto del Código de Deontologia  (art.27,28,29,30 y 31) y la ley de autonomía del paciente 41/2002.

Donde dice secreto médico...¿lo ven? Si ahí, mismo;lean,lean...
Después mediten y oigan lo que transmitieron...esto no es información.
Como mucho chascarrillos de comadres.



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