Anoche, entre las luces tenues que rompen la negrura de la madrugada, no pude más que soltar una lágrima furtiva cuando de nuevo subí a mi ambulancia de vuelta "a casa"; ese lugar que te acoge una cada tres noches para reparar los cuerpos y almas de los hombres enfermos .
No siempre es posible, no siempre lo consigues y siempre la incertidumbre te acecha.
Sin embargo ayer fue la tristeza la que me envolvió, de pronto, al ver cómo atendemos en ese conjunto difuso llamado sociedad, a los más débiles y desvalidos; dos cuidadores - no sanitarios- por cada veinte pacientes en una noche cualquiera es para ver un milagro en cada amanecer tranquilo.
Nuestro ángel se cayó de la cama y se hizo un brecha; desconozco cómo y desconozco cuándo porque también lo desconocían quienes lo cuidaban.La situación de indefensión de nuestro ángel y sus cuidadoras era superlativo: teléfonos que rasgan la noches sin ser descolgados, informes que no aparecen o lo hacen incompletos y medicación sin dosis ...
Resuelto el problema y cosida la herida lo que no tuvo reparo fue mi alma.
Ángeles de alas rotas, con enfermedades raras o poco comunes, incapacitantes o con una capacidad diferente, que su familia no puede o no quiere atender y que, institucionalizados, viven sus días y noches a merced de la buena voluntad y profesionalidad de un cuidador por cada diez.
No sé si es esto atender la diferencia; atender la capacidad distinta o la enfermedad acompañada de otras dificultades que convierten a "hombres -niños" enfermos en hijos de un Dios menor.
Si ésta es la respuesta que como sociedad damos para atender a nuestros iguales - al menos en dignidad-hay que replantearse muchas cosas.Quizá la primera y principal si lo que reciben es lo que necesitan y se merecen o tan solo lo que podemos conseguir de un presupuesto raquítico dedicado a otras partidas con mayor rendimiento electoral.
Los Ángeles de alas rotas no votan pero tú y yo si; en nuestra mano está que esto cambie.
Acuérdate .
Precioso post Marian.
ResponderEliminarY tienes razón, en nuestra mano está que cambie esto
Muchísimas gracias,Sergio.Creoq ue no debemos olvidarlo pero ,sobretodo,en esta época en que prometn lo que no cumplen y nos engatusan con aquello que ni siquiera contempla: hacer la vida de las personas con necesidades especiales,espacial de verdad!
EliminarPerdón,quería decir...especial de verdad
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