lunes, 19 de enero de 2015

Los Ángeles de alas rotas

Anoche, entre las luces tenues que rompen la negrura de la madrugada, no pude más que soltar una lágrima furtiva cuando de nuevo subí a mi ambulancia de vuelta "a casa"; ese lugar que te acoge una cada tres noches para reparar los cuerpos y almas de los hombres enfermos .

No siempre es posible, no siempre lo consigues y siempre la incertidumbre te acecha.
Sin embargo ayer fue la tristeza la que me envolvió, de pronto, al ver cómo atendemos en ese conjunto difuso llamado sociedad, a los más débiles y desvalidos; dos cuidadores - no sanitarios- por cada veinte pacientes en una noche cualquiera es para ver un milagro en cada amanecer tranquilo.

Nuestro ángel se cayó de la cama y se hizo un brecha; desconozco cómo y desconozco cuándo porque  también lo desconocían quienes lo cuidaban.La situación de indefensión de nuestro ángel y sus cuidadoras era superlativo: teléfonos que rasgan la noches sin ser descolgados, informes que no aparecen o lo hacen incompletos y medicación sin dosis ...

Resuelto el problema y cosida la herida lo que no tuvo reparo fue mi alma.
Ángeles de alas rotas, con enfermedades raras o poco comunes, incapacitantes o con una capacidad diferente, que su familia no puede o no quiere atender y que, institucionalizados, viven sus días y noches a merced de la buena voluntad y profesionalidad de un cuidador por cada diez.

No sé si es esto atender la diferencia; atender la capacidad distinta o la enfermedad acompañada de otras dificultades que convierten a "hombres -niños" enfermos en hijos de un Dios menor.

Si ésta es la respuesta que como sociedad damos para atender a nuestros iguales - al menos en dignidad-hay que replantearse muchas cosas.Quizá la primera y principal si lo que reciben es lo que necesitan y se merecen o tan solo lo que podemos conseguir de un presupuesto raquítico dedicado a otras partidas con mayor rendimiento  electoral.

Los Ángeles de alas rotas no votan pero tú y yo si; en nuestra mano está que esto cambie.
Acuérdate .

                                  

3 comentarios:

  1. Precioso post Marian.
    Y tienes razón, en nuestra mano está que cambie esto

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    1. Muchísimas gracias,Sergio.Creoq ue no debemos olvidarlo pero ,sobretodo,en esta época en que prometn lo que no cumplen y nos engatusan con aquello que ni siquiera contempla: hacer la vida de las personas con necesidades especiales,espacial de verdad!

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  2. Perdón,quería decir...especial de verdad

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