jueves, 19 de febrero de 2015

A ambos lados del espejo

Cuando  uno es paciente  tiene una visión de la salud  determinada.
El mundo, desde dentro de la bata, suele tener -tambien- una cara
Cuando medico y paciente confluyen en la misma persona uno ve a "ambos lados del espejo"; las cosas pueden verse o no verse en función de dónde te coloques.

Es curiosa la sensación que experimentas cuando, como paciente,  observas a tus compañeros mientras esperas, junto a una muchedumbre que también espera, en una masificada sala.
Te ves reflejado en el médico que pasa con paso apresurado, el que ríe mientras se cruza con otro compañero, el que está tras una mesa en una puerta que se abre o el que habla en un corro de pasillo...
Descubres, sorprendido, cosas que no te gustan y muchas otras que sí lo hacen.Detectas pequeñas actitudes que quizá nunca sospechaste que fueran importantes y que, como paciente, descubres que  tienen un peso enorme.
Tratas de disculpar, de comprender, de perdonar todo lo que ves que no se hace  del mejor modo posible pero tú lado "paciente" te obliga a ver, desde otro prisma,  la misma situación y te sorprendes encontrando otras caras del mismo brillante. 

Una mano tendida,  esperando junto a una sonrisa, puede ser el inicio de una gran relación.
Un teléfono inoportuno, un mal gesto o una prisa, deshacerlo todo.
Hablamos siempre de lo malo, lo difícil, lo inadecuado, lo que no hacemos bien...

Sin embargo mis esperas no demasiado largas, en distintas salas de distintos lugares, me muestran algo en común: hacemos muchas cosas, la mayoría bien y el paciente lo percibe.
La medicina española es grande porque lo son sus profesionales.
Nada haríamos con todos los medios disponibles y el conocimiento técnico si olvidáramos la sonrisa franca o la mano amiga que acoge, sin prisa, a aquel que recibe una  mala noticia inesperada.

Nadie sabe con quién habla en la sala de espera.Las almas se abren ante una situación común de salud debilitada y  la franqueza se respira en tus compañeros de sillas, de maquina de café, en la cola de las citas...Algunos  de mis médicos ,de entrada, no saben que yo también lo soy, otros si...pero no hay diferencia alguna. 

Si somos capaces de integrar ambas visiones tendremos una idea mucho más amplia de la salud, de la enfermedad,  de aquello que preocupa a las personas - en abstracto- cuando su salud - en concreto- se ve afectada; de la sanidad - en particular- de la que vivimos como médicos que desarrollamos nuestra faceta profesional en ella y -en general- la que nos quieren vender como la mejor del mundo...

Creo que caminamos en la dirección correcta: dejar los problemas  profesionales, los recortes, y  los sinsabores fuera de la óptica del paciente.
"Siempre llegarás a alguna parte si caminas lo suficiente".
      

               

  •  Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación.
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte - aseguró el Gato -, si caminas lo suficiente!

                                                                                        ( Alicia en el País de las Maravillas )

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